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México / AFP
El gobierno de México dijo el viernes que los dos israelíes asesinados el miércoles pasado en un centro comercial de Ciudad de México estaban implicados en lavado de dinero y tenían vínculos con mafias mexicanas.
«Son ajustes de cuentas entre integrantes de bandas del crimen organizado por intereses diversos. Disputas por relaciones con organizaciones, por supuesto, por territorios, pero principalmente por lavado de dinero», dijo a la prensa el secretario de Seguridad Pública Alfonso Durazo.
El funcionario agregó que «hay relaciones con otras organizaciones criminales», aunque no especificó el nombre de alguna de ellas.
«Lo que es un hecho es que estas organizaciones criminales israelíes tienen vínculos con organizaciones mexicanas», dijo.
Este viernes, el presidente Andrés Manuel López Obrador adelantó que la fiscalía general podría atraer la investigación al tratase de un asunto de delincuencia organizada.
La tarde del miércoles se desencadenó una balacera cuando dos hombres dispararon al aire y contra patrullas de la policía en el exterior de un centro comercial, y minutos después una mujer asesinó a los dos israelíes al interior del lugar.
La fiscalía local dijo que las primeras investigaciones llevan a relacionar los hechos con arreglos entre grupos criminales.
La embajada israelí informó en un comunicado que su personal consular identificó a los fallecidos como Alon Azulay, de 41 años, y Benjamín Yeshurun Sutchi, de 44, «quienes ya contaban con antecedentes criminales en Israel como en México».
La mujer que disparó a las víctimas, cuya identidad no ha sido revelada por las autoridades pero que sería mexicana, fue detenida a unos metros del lugar.
En su primer testimonio dijo que atacó al israelí, con el que tendría una relación sentimental, porque le habría sido infiel, pero en la ampliación de sus declaraciones cambió su versión y brindó elementos que relacionan los hechos con el crimen organizado.
