Por Christian Spilmann
Bruselas/AFP
Italia advirtió este martes que la solidaridad en la Unión Europea está en juego si los 28 Estados miembros no alcanzan un acuerdo para repartir la carga que representa la crisis de los inmigrantes en el Mediterráneo.
Al llegar a Luxemburgo para una reunión con sus homólogos del bloque, cure el ministro de Interior italiano, drugstore Angelino Alfano, physician criticó a Francia, que bloquea en la frontera con Italia a un centenar de migrantes, por socavar uno de los principios del bloque europeo: la libertad de movimiento.
«Lo que está en juego es la libre circulación de los ciudadanos. Ventimiglia (en donde acampan los migrantes que intentan cruzar a Francia) es un puñetazo en la cara para Europa», dijo.
«El principio de responsabilidad y de solidaridad está en juego. Estamos trabajando para evitar que Europa falle políticamente y este tema de la inmigración es uno en el que Europa gana o pierde», agregó.
Unos 250 migrantes –la mayoría africanos– acampan en Ventimiglia desde hace días con la intención de cruzar la frontera hacia Francia, pero la policía francesa les prohíbe el paso.
Francia por su parte insistió porque haya «responsabilidad» en contrapartida de solidaridad.
«La responsabilidad, es un dispositivo que permitirá distinguir a los migrantes que pueden obtener asilo en Europa de los que forman parte de la inmigración económica irregular, y organizar el regreso de los migrantes en situación irregular», explicó el ministro de Interior francés, Bernard Cazeneuve.
«Si no se pone en práctica esta responsabilidad, se corre el riesgo de poner fin a la libre circulación en Europa. Queremos evitarlo», dijo a su lado el alemán, Thomas de Maizière luego de una reunión con Alfano.
Francia y Alemania intentan desactivar una crisis con Italia similar a la de 2011 cuando por decisión del gobierno de Silvio Berlusconi se dejó pasar a los migrantes llegados al territorio italiano sin controlarlos. Este paso que dio Roma fue para denunciar el rechazo de los otros Estados de la UE de ayudar a Italia a gestionar el flujo de inmigración irregular.
La respuesta de París fue reforzar los controles cerca de la ciudad italiana de Ventimiglia, como lo vuelve a hacer desde hace unos días. Austria y Suiza hacen lo mismo en sus fronteras con Italia.
Los ministros de Interior están reunidos en Luxemburgo para discutir la nueva propuesta de la Comisión Europea que presentó un mecanismo de solidaridad para ayudar a los países más expuestos al flujo migratorio.
Las importantes divisiones entre los Estados miembros sobre cómo encarar el problema impedirán que se tome una decisión este martes, advirtió la presidencia letona de la Unión Europea.
Al activar este mecanismo de urgencia, la Comisión quiere imponer a los Estados que se repartan la acogida y el tratamiento de 40.000 solicitantes de asilo llegados a Italia y Grecia en los próximos dos años, y el reasentamiento de hasta 20.000 refugiados sirios y eritreos entre los Estados miembros.
La reubicación de los 40.000 solicitantes de asilo debe ayudar a Italia y a Grecia a hacer frente al flujo de inmigrantes sin precedentes que llegan por mar.
Desde principios del año Italia acogió a 60.000 personas que cruzaron por el Mediterráneo, y cada vez más inmigrantes llegan a Grecia desde Turquía. La agencia europea de control de las fronteras, Frontex, estima que 100.000 personas ingresaron ilegalmente en la UE desde enero.
Pero unos diez países, entre ellos España, rechazan el carácter obligatorio de la reubicación propuesta. «España está en contra de la obligatoriedad», afirmó el ministro de Interior español, Jorge Fernández Díaz, al llegar a Luxemburgo.
Otra decena de países, entre ellos Francia, no están de acuerdo con las cuotas propuestas por país y no quieren que este mecanismo de solidaridad sea permanente. «Lo que puede ser aceptable para 40.000 personas se convierte en imposible para 200.000», explicó un diplomático europeo.
Las cuotas por países se definirán en función de criterios «tales como el PIB, la población, la tasa de desempleo y la cantidad de solicitudes de asilo y los refugiados ya reinstalados».
Según este plan el 18% de los nuevos solicitantes de asilo los recibiría Alemania, Francia el 14%, Italia el 12% y España el 9%.
La Comisión Europea se rehúsa a modificar de momento su propuesta.