Por Fanny Carrier
Regio de Calabria/AFP
Italia teme una nueva oleada de inmigrantes provenientes de Medio Oriente y Africa, click tras la llegada en los últimos cinco días de 10.000 inmigrantes que cruzaron el Mediterráneo en barcazas para huir de conflictos y guerra civiles.
Sólo este jueves más de 600 personas, ampoule entre ellos varios menores de edad, llegaron a Trapani, en Sicilia (sur), tras ser rescatados por la guardia costera italiana y la marina militar.
Otro tanto está por desembarcar en el puerto siciliano de Augusta, al este de la isla, mientras se desconoce el paradero de 400 inmigrantes que naufragaron el domingo en el Mediterráneo, según contaron sobrevivientes que desembarcaron en Italia, interrogados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la ONG «Save the children».
Algunos de los sobrevivientes que fueron trasladados a Calabria, sur de la península, están enfermos, llegaron agotados tras la travesía, según informó a la AFP Guiseppe Princi, de la asociación «Nuova Solidaritá», que garantiza una asistencia inicial.
«Se trata de una situación dramática, están traumatizados, durmieron en el piso en carpas», contó a la AFP Princi.
Buena parte de los inmigrantes provienen de Somalia y Eritrea, son muy jóvenes, están muy sucios y algunos presentan heridas en las piernas, según constató la AFP.
La situación se ha agravado debido a la situación de violencia en Libia, de donde zarpan buena parte de los africanos, quienes antes de partir estaban encerrados en campos y fábricas abandonadas y en pésimas condiciones.
Los sobrevivientes serán trasladados a centros de acogida del centro y norte de la península, a pedido de las autoridades.
Animados por las buenas condiciones climáticas, numerosos subsaharianos huyen de la pobreza y la guerra en sus países y arriesgan sus vidas cruzando el Mediterráneo en precarias condiciones.
Según el plan de las autoridades serán distribuidos en campos para refugiados de todo el país, de norte a sur, pese a las polémicas y negativas de dos gobernadores de regiones industrializadas que rechazan acogerlos.
«Rechazamos esa invasión, aquí no hay más lugar», declaró el gobernador de Lombardía.
Un peso intolerable para Italia
El ministro de Relaciones Exteriores italiano Paolo Gentiloni manifestó este jueves su indigación por la actitud de la Unión Europea (UE) ante el grave fenómeno.
«La vigilancia y los rescates en el mar pesan en un 90% sobre nuestros hombros: no hemos obtenido ninguna respuesta adecuada por parte de la Unión Europea», afirmó el ministro en una entrevista al diario Corriere della Sera.
Italia pide más apoyo financiero para las operaciones de rescate y una «respuesta clara» sobre los lugares adónde estos, una vez socorridos, deben ser llevados.
Para Giovanni Muraca, de la alcaldía de Reggio Calabria, la ciudad sureña está en crisis por la recesión económica y tiene muchas dificultades para acoger a los inmigrantes.
«Hemos recibido siempre a los inmigrantes, pero esta vez hay muchos afectados por enfermedades contagiosas y no tenemos los recursos para hacer frente a esa emergencia», recalcó a la AFP.
Italia pide a la Unión Europea y a los países del norte del continente mayor solidaridad de cara a los esfuerzos que realiza para salvar a indocumentados y refugiados.
La situación en los centros de acogida en Italia está al borde del colapso y no hay lugar para recibir a más inmigrantes.
Varias organizaciones humanitarias han criticado la pasividad de la UE ante el drama de los indocumentados.
«El número intolerable de víctimas va aumentar si la UE no garantizan las operaciones de socorro», denunció Judith Sunderland, responsable regional de la ONG Human Rights Watch (HRW).
Según cifras de la OIM, cerca de 500 inmigrantes murieron ahogados en el Mediterráneo en los que va del 2015, sin contar los 400 desaparecidos el domingo.
Las estructuras de acogida y asilo de Italia albergan a más de 80.000 personas.