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James Franco: “Sólo trabajo con gente en la que confío”

Elena Box
San Sebastián/dpa

El actor estadounidense James Franco fue hoy la estrella indiscutible del Festival de San Sebastián con la comedia “The Disaster Artist”, en la que recrea el rocambolesco “making of” de la peor película de la historia del cine.

Dirigida por el enigmático e iconoclasta Tommy Wiseau, “The Room” fue un batacazo de taquilla que más de una década después llena sesiones de media noche en cines de todo el mundo, convertida en fenómeno del cine “trash”.

En entrevista con dpa y un pequeño grupo de medios, Franco -que dirige y protagoniza “The Disaster Artist”- desgrana los detalles de esta fascinante historia, habla de sus duros comienzos como autor y de su pasión por ahondar en las vidas de otros artistas.

– ¿Se siente en cierto modo identificado con la historia de Wiseau?

Franco: Eso fue una de las cosas de la novela que me pareció fantástica: no sólo trata de gente que hace locuras, sino que es muy universal. Cualquier persona con un sueño, especialmente si eres alguien creativo, sabe que hay que luchar duro y creo que mucha gente puede empatizar con esa montaña de rechazos. Yo dejé los estudios, me fui a Los Angeles porque quería ser actor, mis padres me dijeron que me las apañara, trabajé en McDonald’s… Así que sí, entiendo de lo que habla.

– ¿Cómo se combate esa frustración?

Franco: Lo cierto es que si examina mi carrera puede ver las distintas ténicas que he utilizado para gestionar esa frustración. Al principio tomas todo lo que te dan. Luego llegas a un punto que da miedo, porque puedes tomar decisiones, elegir entre lo artístico, la carrera o algo intermedio. Y luego empecé a dirigir, a hacer muchos proyectos como forma de protegerme si uno no tenía éxito. Ahora creo que la forma de lidiar con esa incertidumbre es esperar, sólo hacer proyectos que te apasionan y con gente a la que quieres.

– “The Disaster Artist” habla del valor de la amistad, de la confianza, de apoyarse el uno al otro. ¿Existe eso en el competitivo Hollywood?

Franco: Tuve que aprender bastante pronto que sólo quiero trabajar con gente en la que confíe. Si no, como actor, no puedo darme a mí mismo, no quiero.

– No es la primera vez que interpreta a alguien que existió, lo hizo con James Dean o Allen Ginsberg, entre otros. ¿Fue Tommy Wiseau un desafío mayor?

Franco: De una forma extraña, el proceso fue el mismo. Cuando hice “James Dean” vi todo lo que había sobre él, no exitía YouTube y tuve que ir a museos para conseguir las películas. Y eso es lo que hice con “The Room”, verla una y otra vez. Pero además, Tommy solía reflexionar en voz alta mientras conducía, y lo grababa todo, incluidas las conversaciones telefónicas. Y Greg (Sestero, coprotagonista de “The Room”), esto es súper raro, robó esas grabaciones y me las dio. Como actor, su valor es incalculable: no sólo tienes la película, tienes a la persona, algo muy privado que me permitió comprender mejor qué era lo que le motivaba.

– Tampoco es la primera vez que dirige una historia sobre el universo de Hollywood o la vida de un artista. ¿Por qué le fascinan tanto?

Franco: Me encantan las historias de Hollywood. Adoro las historias sobre artistas y personas creativas, entender y analizar por qué hacen lo que hacen, pero en particular el mundo audiovisual me fascina. El mundo de la interpretación se construye mediante personas de carne y hueso y eso permite ver múltiples capas, pues muestra cómo nos comportamos dentro y fuera del plató.

– ¿Por qué cree que Wiseau invirtió tanto dinero y tanto esfuerzo en sacar adelante “The Room”?

Franco: Creo que Tommy debió de sentirse tan rechazado, una y otra vez que, conscientemente o no, tenía la idea de que si conseguía triunfar en Hollywood, llenaría todo ese vacío. Y no sólo intentaba expresarse como artista, sino también crear una familia: hacer esta película con su mejor amigo, su único amigo, era una forma de vincularlo más a él.

– Pero por mucho que se rieran de él, nunca dejó de creerse un artista…

Franco: He leído el guión de “The Room” y es una expresión tan personal de cómo se sentía… Se ve traicionado una y otra vez. Intenta hacer algo muy dramático y hace todo lo contrario: ese contraste es lo que lo convierte en absurdo. Su aspecto es de vampiro, pero se cree James Dean.

JAMES FRANCO (Palo Alto, 1978) tiene vocación de artista total: escritor, músico y pintor además de actor y cineasta, saltó a la fama metiéndose en la piel de James Dean en el filme homónimo. En su filmografía destacan títulos como “Pineapple Express”, “Milk” o “127 horas”, por la que fue nominado a un Oscar.

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