Por Carole Landry
Nueva York/AFP
El Secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, está «profundamente conmocionado» por las acusaciones de abuso sexual contra cascos azules y soldados franceses en República Centroafricana, señaló su portavoz el jueves.
«Debemos enfrentar el hecho de que algunos soldados enviados para proteger a la gente, actuaron en cambio con propósitos oscuros», dijo Stephane Dujarric.
Por su parte, Francia se manifestó dispuesta a «esclarecer completamente» las acusaciones de abusos sexuales de sus soldados en República Centroafricana.
«Estas denuncias de abuso y explotación sexual son repugnantes y horribles», dijo su embajador ante la ONU, François Delattre en un comunicado.
«Las autoridades francesas están decididas a esclarecer completamente estas graves acusaciones, en cooperación con Naciones Unidas y República Centroafricana», agregó.
Las autoridades francesas fueron informadas el miércoles de que la ONU recibió denuncias de que los soldados de la fuerza Sangaris, habrían forzado a niñas a realizar actos denigrantes a cambio de dinero.
La justicia francesa ya abrió por su cuenta una investigación por otros casos presuntamente de violencia en ese país.
«Recibimos denuncias de casos de actos bestiales que implican a soldados franceses, pero en este momento no tenemos una confirmación», dijo a la AFP un funcionario de la ONU.
«El número exacto de casos y la naturaleza de estas acusaciones, que son extremadamente perturbadoras, quedan por determinar», agregó la ONU.
Los casos denunciados de violencia sexual se habrían cometido entre 2013 y 2015 en la prefectura de Kemo, al noreste de Bangui.
Un equipo del organismo internacional fue enviado al lugar para entrevistar a las 108 víctimas, en su gran mayoría menores, y recoger información para la investigación.
La ONU recibió denuncias de que soldados de la Sangaris forzaban a adolescentes a tener sexo con animales a cambio de dinero, indicó a la AFP un responsable del organismo en Nueva York.
Tres niñas denunciaron a la ONU en 2014 que un militar de la misión francesa las desvistió y las obligó a tener sexo con un perro y después les dio dinero, dijo a su vez la organización no gubernamental AIDS-Free World.
Estos hechos aún «no han podido ser confirmados», subrayó Dujarric.
Un problema endémico
Además de Francia, cientos de denuncias conciernen a tropas de Burundi y Gabón integrantes de la Misión de la ONU en la República Centroafricana (Minusca) presentes en la región de Kemo entre 2013 y 2015.
Francia envió su fuerza Sangaris a intervenir en África central en diciembre de 2013 para detener las matanzas entre comunidades. Estos soldados no son parte de las fuerzas de paz, pero el Consejo de Seguridad les encomendó ayudar a restaurar la paz.
Francia, que movilizó hasta 2.500 soldados en el pico de la violencia, cuenta con unos 900 hombres en esa República. La Minusca tiene cerca de 12.600 militares y policías.
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Zeid Ra’ad Al Hussein, dijo haber abordado las últimas acusaciones «algunas de las cuales son particularmente odiosas, muy serias.»
«No se deben escatimar esfuerzos» en la investigación, dijo.
En cuanto a los abusos atribuidos a los soldados franceses, el embajador Delattre dijo que «está claro que si se prueban los hechos, se impondrán medidas disciplinarias ejemplares, adicionalmente a la respuesta penal».