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NACIONES UNIDAS/Xinhua
El secretario general de la ONU, António Guterres, hizo un llamado a todos los Estados miembros para que emprendan acciones concretas, incluyendo políticas, legislación y recolección de datos más detallados, para aprovechar el impulso actual contra el racismo.
“Un movimiento en favor de la justicia racial y la igualdad ha surgido con una fuerza, alcance e impacto sin precedentes. Este nuevo despertar, a menudo encabezado por mujeres y jóvenes, ha generado un impulso que debemos aprovechar”, dijo Guterres en una reunión de alto nivel para conmemorar el 20° aniversario de la adopción de la Declaración y Programa de Acción de Durban.
“Juntos, debemos trabajar para reconocer la resonancia contemporánea de los crímenes del pasado que siguen atormentando nuestro presente: los traumas duraderos, el sufrimiento transgeneracional, las desigualdades estructurales tan profundamente arraigadas en siglos de esclavitud y explotación colonial. Y debemos revertir las consecuencias de generaciones de exclusión y discriminación, incluyendo sus evidentes dimensiones sociales y económicas, a través de marcos de justicia reparadora”, indicó.
El 20° aniversario de la Declaración y Programa de Acción de Durban ofrece una importante oportunidad para reflexionar sobre el statu quo y las acciones futuras, dijo Guterres.
El racismo y la discriminación racial todavía permean en las instituciones, estructuras sociales y vida cotidiana de todas las sociedades. El racismo estructural y la injusticia sistemática todavía niegan a las personas sus derechos fundamentales, añadió.
Los africanos y las personas de ascendencia africana, las comunidades de minorías, los indígenas, los migrantes, los refugiados, los desplazados y tantos más, siguen enfrentando todos el odio, la estigmatización, la generación de chivos expiatorios, la discriminación y los actos de violencia. La xenofobia, la misoginia, las conspiraciones de odio, la supremacía blanca y las ideologías neonazis se están propagando, amplificadas en cámaras de resonancia de odio, añadió.
Desde las infracciones flagrantes hasta las transgresiones sigilosas, los derechos humanos están bajo ataque. El racismo es a menudo el cruel catalizador. Los vínculos entre racismo y desigualdad de género son inequívocos, dijo Guterres.
“Estamos presenciando un preocupante aumento del antisemitismo, un precursor a lo largo de la historia de la discriminación contra otros. Debemos condenar, sin reservas o dudas, el racismo y la discriminación de la creciente intolerancia antimusulmana, el maltrato de las minorías cristianas y otras formas de intolerancia en todo el mundo”, añadió.
La Declaración y Programa de Acción de Durban tienen como fin romper el círculo vicioso en el que la discriminación conduce a la privación, y la pobreza profundiza la discriminación, dijo. “Podemos superar estas nocivas aflicciones y sanar si, y sólo si, nos unimos como una familia humana. Rica en diversidad, igual en dignidad y derechos, unida en la solidaridad”.
“En un momento en el que nos sentimos más divididos que nunca, unámonos en torno a nuestra humanidad común. Recordemos lo que Nelson Mandela dijo: Nadie nace siendo racista. Las personas deben aprender a odiar. Pero si pueden aprender a odiar, añadió Mandela, se les puede enseñar a amar, porque el amor llega más naturalmente al corazón humano que su opuesto. Prestemos atención a estas palabras esperanzadoras hoy y volvamos a comprometernos con este propósito esencial”, indicó Guterres.
