Alma Vilches
@AlmaCoLatino
El sacerdote Alberto Chávez, vicario de Catedral Metropolitana, enfatizó en la eucaristía celebrada en la Cripta, donde reposan las reliquias de monseñor Romero, que Jesús hace la invitación de ir a la “otra orilla; el Señor no promete una vida fácil, ni llena de abundancia, pero si una vida eterna a su lado. El religioso destacó que monseñor Romero atravesó el lago de sus temores, problemas, odio y violencia, pero llegó al otro lado confiado que Cristo iba en su barca y le prometía un puerto seguro, es llamado que Jesús hace hoy a cada uno, a experimentar y adentrarse a los miedos más profundos, las olas más altas y los problemas más grande, pero siempre de la mano de Dios.
“Nos encontramos otro domingo más en este lugar, la Cripta donde reposan las reliquias de nuestro Santo, monseñor Romero, donde la palabra de Dios nos invita a pedir perdón y reconciliarnos, sin esperar nada a cambio, pero pidiéndole fortaleza y compañía, sabiendo que para gozar de la gloria de la resurrección tenemos que morir al pecado. Nos invita ir a la otra orilla, a un nuevo lugar, porque muchas veces se vive acomodados, apartados y sin estar pendientes del prójimo”, reiteró Chávez.
Asimismo, dijo muchas veces se vive orillados en el propio yo o en la doble vida, acomodados en el anonimato que los propios pecados ofrecen, pero Dios invita ir a la otra orilla, algunos comienzan la vida creyendo que la cruz es un amuleto de la buena suerte, pero Jesucristo con su ascensión al cielo no abandona ni se desentiende de nadie, sino traza el camino por donde ir, pues el esfuerzo y destino es el cielo.
Sostuvo que la enseñanza de los santos es adentrarse a las tempestades que usualmente son el miedo más profundo, poco a poco la vida se va llenando de dolor, sufrimiento, cólera y se siente hundirse, al igual que en el pasaje bíblico donde los apóstoles a bordo de la barca se hundían por lo fuerte de las olas.
“Si nos encontramos en la orilla de la comodidad, donde realmente vivimos tranquilos, acostumbrados al pecado, Jesús nos está invitando a pasar al otro lado, claro que vamos a sentir esas olas, pero el Señor nos asegura que su presencia estará con nosotros”, manifestó el vicario de Catedral Metropolitana.