Redacción Nacionales
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El Juzgado Especializado de Sentencia para una Vida Libre de Violencia y Discriminación para las Mujeres de San Salvador declaró culpable a Joel Omar Valle Leiva por el feminicidio agravado contra su esposa, Flor de María García. El juzgado lo condenó a la pena máxima, es decir, 50 años; mientras que, a su primo, se le condenó a 2 años por encubrimiento.
Cabe recordar que este caso fue uno de los más sonados durante el año pasado. Flor de María García tenía 33 años cuando fue reportada como desaparecida el 16 de marzo en Cojutepeque, tras investigaciones por parte de la Fiscalía General de la República y Policía Nacional Civil el cuerpo de Flor García fue recuperado tres meses después de su desaparición en un predio ubicado en el kilómetro 32 de la carretera Panamericana. El principal sospechoso en ese entonces fue Joel Valle y su primo.
Francisco Boanerges Valle Quezada, primo de Joel Valle fue condenado a dos años de prisión por el delito de encubrimiento, en perjuicio de la administración de justicia, pena que será reemplazado por trabajo de utilidad pública.
En su fallo, la jueza informó que se acreditó con la prueba tecnológica y pericial la participación del imputado en el hecho, además se acreditó con la prueba testimonial y pericial los episodios de violencia física hacia la víctima antes del feminicidio.
También, la jueza consideró que hubo misoginia “desprecio y odio hacia la víctima, ya que después de quitarle la vida ella fue conducida y tirada”. Además, señaló que el día que se le arrebató la vida ella estaba en condición de vulnerabilidad psicológica, física y geográfica.
De acuerdo a la autopsia, Flor de María García murió por un trauma encefálico ocasionado por un objeto contuso, realizado por Joel Valle Leiva, quien después de quitarle la vida condujo su cuerpo hasta un botadero de ripio, en el kilómetro 32 de la Carretera Panamericana, lugar donde fue localizado el 29 de junio de 2021.
Luego del fallo el movimiento la familia de Flor García agradeció dicha sentencia, pues aseguraron que “el camino hacia la justicia fue largo y doloroso. Damos gracias a nuestras familias, amigos e instituciones feministas que nos dieron acompañamiento y a todo un país por apoyarnos desde el primer día. Gracias por brindar su voz para que el crimen en contra de Flor no quedara impune”.