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Rolando Alvarenga
@Bachiboxx55
A través de las décadas y en primera línea desde su silla de ruedas, Jorge Ochoa se ha constituido como un sólido bastión del deporte inclusivo salvadoreño, por lo que debido a su tenacidad y perseverancia recibió el merecido galardón: “Dirigente Destacado del Año”, que entregó FESA el año pasado.
Por ello, Diario Co Latino lo contactó para ahondar en su recorrido por la noble y difícil misión, que muchos rehúyen, pero que él ha desempeñado con mucha entrega y la paciencia de un buen y moderno samaritano para con los atletas con discapacidades especiales.
Ochoa inicia relatando que a finales del 79 comenzó su proceso de rehabilitación en el “Programa Rehabilitando a través del Deporte”.
Luego, al conocer el baloncesto sobre silla de ruedas, se integró a un equipo para competir en los torneos y campeonatos de la modalidad, logrando con la práctica y el transcurso de los años desarrollar su nivel y un cupo en la selección nacional.
Alternamente, Jorge Ochoa recordó que “el ISSS me preparó para trabajar en programas deportivos de rehabilitación y esto me permitió la oportunidad de ayudar en la preparación de varios basquetbolistas con discapacidad. Un trabajo que fue fructífero para la membresía de esta modalidad”.
Ochoa incursionó posteriormente en el atletismo en las carreras y maratones en silla de ruedas, siendo aquí donde conoció a Manuel Alvarenga y juntos encabezaron los esfuerzos de buscar el reconocimiento del Instituto Nacional de los Deportes (INDES).
Fue así que en 1994, y como Asociación Salvadoreña del Deporte sobre Sillas de Ruedas (ASADESIR), se obtuvo tal estatus.
Al frente de la asociación, Jorge Ochoa manifestó que se logró traer al país varios torneos y campeonatos internacionales con satisfactorios resultados.
“Con el paso de los años, iniciamos contactos y primeras participaciones competitivas con el Comité Paralímpico, siendo en 1997 la primera participación salvadoreña en unos Juegos Paralímpicos Panamericanos en México y desde entonces, no se ha dejado de participar en los principales juegos del Ciclo Paralímpico”, enumeró el presidente de COPESA.
Eso sí, Jorge Ochoa reconoció que los primeros años de COPESA fueron muy difíciles, como por ejemplo, los años de 1999 al 2007 cuando el INDES solo les ayudaba con un diez por ciento para los gastos de participación internacional.
“Teníamos que rebuscarnos con personas generosas y la empresa privada. Gracias a Dios y con visión humanitaria, con los años este aporte económico estatal ha venido mejorando notablemente y, en esta gestión que preside Yamil Bukele, estamos recibiendo un buen apoyo financiero e integral por parte del Instituto, que juega un papel determinante para el fortalecimiento de nuestros programas”, dijo Ochoa.
Expresa que, producto de nuestro constante trabajo local y participaciones internacionales, el Comité Paralímpico de El Salvador logró en 2014 el reconocimiento del Comité Paralímpico Internacional. Deportivamente significa tener derecho a la participación en sus grandes eventos de jerarquía internacional con sus respectivas prestaciones y consideraciones.
Modestia y aparte, considera que una especie de legado al Deporte Inclusivo Salvadoreño es haber logrado los reconocimiento internacional primero de la ASADESIR; después del COPESA y la creación de las Asociaciones Deportivas en cada deporte, integrándose a las Escuelas Especiales.
Finaliza manifestando que todos los esfuerzos siempre han estado enfocados al apoyo y fortalecimiento del Deporte para Personas con Discapacidades Especiales y la obtención del reconocimiento de la sociedad salvadoreña.
