@SAmigosCoLatino
Nuestro país se prepara para un fin de semana lleno de buena música del recuerdo con uno de los exponentes más conocidos del romanticismo, que por décadas ha llevado el sentimiento a otro nivel con sus interpretaciones y letras musicales.
La cita para los que disfrutan de esta música será el 18 y 19 de febrero en el Teatro Nacional , el sábado será a las 8:30 y el domingo a las 7 de la noche, las localidades son Platinum $115 , V.I.P $85 y Lateral $65.
En la pagina web de este gran cantautor encontramos una reseña más que suficiente para describir a este artista completo que ha visitado todo Latinoamérica con sus grandes éxitos.
Nunca podría haber imaginado que aquella canción “Niebla”, escrita a los dieciséis años en mi cuarto de estudiante en Sevilla, fuera el principio de una posterior y larga trayectoria de como autor.
Todo comenzó a finales de los años sesenta cuando llegué con cierto miedo a mi primera cita con un director discográfico, gracias a que mis amigos, dueños de un estudio de grabación, se empeñaron en presentar una maqueta mía con unas cuantas canciones, sin yo saberlo. Era una época en la que las grandes voces, como Nino Bravo, ocupaban los primeros puestos en las listas de éxitos. Mi única aspiración era que alguna de esas grandes voces llegara a interpretar alguna de mis canciones.
Después de una larga espera, el director de aquella compañía me recibió en su despacho, de cuyas paredes colgaban los discos de oro y platino, símbolo de éxito de sus artistas.
“He recibido unas maquetas con canciones tuyas grabadas con tu voz y tu guitarra. Debo ser sincero contigo – me puse nervioso – . Creo que como cantante no tienes mucho futuro, ya que no tienes una gran voz – era obvio – y físicamente, no eres un galán de cine – yo asentí -, sin embargo creo que eres un buen compositor de canciones – respiré -.” Estaba a punto de proponerme lo que yo deseaba: ser autor para cualquier cantante que me solicitara una canción. Me propuso escribir para los artistas de su compañía.
Sería muy larga la lista de artistas que a lo largo de más de treinta años han grabado mis temas. Todos fueron igualmente importantes para mí, aunque no todos fueron tan conocidos ni tuvieron la repercusión artística de Lola Flores, Rocío Jurado, Mocedades, Jose Luis Rodríguez, “El Puma”, Isabel Pantoja, Vicky Carr, Vicente Fernández, Daniela Romo, Yuri, Alejandro Fernández o José Feliciano, por citar algunos, y a los que quedo agradecido por hacerme crecer como autor a lo largo de todo este tiempo.
Perales Intérprete
Después de Jeannette fui reclamado por Rafael Trabuchelli para escribir para artistas Como Raphael, Paloma San Basilio, Massiel, Enrique y Ana, etc … y paralelamente firmé un contrato de como intérprete, casi obligado por aquel productor, que demostró tener una gran fe en mis canciones. A pesar de mi reiterada negativa a meterme en un estudio de grabación, intuyendo lo que me esperaba, dado mi miedo a enfrentarme al público, Trabuchelli insistió tanto que acepté, deseando de todo corazón que aquel disco pasara de noche, lo cual me facilitaría seguir trabajando como autor. Dos semanas después de salir al mercado, “Celos de mi guitarra” se ponía número uno en la lista de Cuarenta Principales.
No había marcha atrás. Me despedí de mis compañeros de trabajo en un estudio de delineación, convencido de que volvería una vez pasado el éxito “momentáneo” de ese primer disco. No hubo manera. “Quisiera decir tu nombre”, “Y te vas”, “Cosas de Doña Asunción” seguirían peleando con los primeros puestos de las listas. Alguna de ellas consiguió desbancar al número uno habitual por aquel entonces, Camilo Sesto.
Mi primer premio profesional fue la Ibérica de Oro, por “Cosas de Doña Asunción”, y que me entregó Luis del Olmo en el festival de Roda de Barà. Inevitablemente pocos días después me ofrecieron mi primera actuación en la discoteca más importante en aquel momento en Barcelona, Don Chufo. El grupo que habitualmente acompañaba a Dyango se ofreció a ensayar conmigo mi escaso repertorio.
Y debuté. Todavía me tiemblan las piernas. Miraba entre las cortinas rezando por que hubiera poca gente, para que mi temido fracaso tuviera la menor trascendencia posible. Una vez más me equivoqué. La gente me quiso más de lo que me merecí. Entendieron mis nervios y me perdonaron todo. Pocos días después debuté en Madrid en Cleofás. El resultado fue el mismo.
Paralelamente los éxitos de España repercutían en todos los países de América, lo que me obligó a dividir mi tiempo entre las dos orillas del “Charco”.
Hoy, después de casi cuarenta años de profesión, sigo esperando escribir mi mejor canción. No sé si algún día llegará, pero lo que nace en mí cada día al despertar es un agradecimiento profundo a la vida por tanto como me ha dado.
Mi abrazo sincero a los que me habéis ayudado a caminar por este universo de la música, en donde todos necesitamos de todos, y donde una canción no habría sobrevivido de no haber alguien dispuesto a escucharla. Hoy, lejos de haberme marchado, siento que tomo aire para intentar un nuevo vuelo a caballo de alguna nueva canción. Ahora ya no soy el tercero de cuatro hermanos y único varón de la casa, ahora soy el más mayor de este pequeño grupo que es mi familia, en una casa donde la música sigue jugando al escondite.
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