Melissa Sánchez
Colaboradora
@DiarioCoLatino
Héctor Hernández es graduado de profesor de educación básica, sin embargo, su pasión es enseñar la última lengua indígena de El Salvador, ya que está a punto de desaparecer: el náhuat.
En el año 2017 decidió especializarse como docente en idioma náhuat e identidad cultural, curso brindado por el Ministerio de Educación. Después de tener su certificación en 2018, formó parte del equipo técnico del MINED, y colaboró en la elaboración de libros diseñados para enseñar la lengua para los futuros especialistas, además, coordinó el proyecto “Cuna náhuat” que es un programa infantil de inmersión lingüística creado por la Universidad Don Bosco y que en el 2018 se fusionó con dicho ministerio
“En ese año fue donde terminé de aprender totalmente el náhuat, porque me tocó trabajar en Santo Domingo de Guzmán con las abuelas que enseñaban náhuat, me volví un estudiante más con ellas, ahí tienen niños de 3 a 5 años y desarrollan todas las clases con diferentes actividades”.
Sin embargo, para el 2019, el MINED ya no dio seguimiento al programa desarrollado por la Universidad Don Bosco, pero no fue impedimento para que el joven profesor siguiera su sueño de no dejar morir la lengua pipil.
“El proyecto quedó en el aire, yo empecé por mi cuenta, fui a proponer a universidades, y fue así como el 2019 empecé a impartir diplomados en enseñanza de náhuat en la universidad Tecnológica”. Y a la vez inició su proyecto personal de crear material educativo debido a la falta de documentos para sus estudiantes llamado Timumachtikan Nawat (Aprendamos Náhuat).
“Los pocos materiales que se encuentran son extranjeros, hay materiales en alemán, inglés y en otros idiomas, porque la mayoría de los estudiosos son extranjeros”, expresó.
No obstante, la obra de Próspero Arauz “El Pipil de la región de los Itzalcos” de 1960, fue uno de los pocos materiales que le sirvió para continuar con su proyecto de impartir sus clases, aunque el libro no contaba con mucha información, “ en el documento el autor había puesto hasta el número 400 en náhuat, y yo dije, debo darle continuidad a esto, es así como hoy podemos contar más de 1,000, lo mismo con las operaciones aritméticas, en el libro solo habían sumas, restas y multiplicaciones, y ahora ya podemos encontrar las divisiones también”.
Pero no solo la falta de libros fue uno de los obstáculos, también la falta de audios y videos, “comencé a crear mi propio material para mis estudiantes, empecé a crear videos, audios y a raíz de eso cree la página en Facebook llamada Timumachtikan Nawat subiendo contenido y luego el canal de Youtube, ya somos más de 10,000 personas, hoy estamos en todas las redes sociales”.
A inicio de este 2021, inició un nuevo proyecto con dos salvadoreños en el exterior llamado “Ne Ichan Safoura” (la casa de Safoura) y tiene como objetivo enseñar a mas personas sobre la importancia de aprender la lengua. “El proyecto es patrocinado por dos salvadoreños en el exterior que de hecho fueron mis estudiantes el año pasado y les gustaron mucho las clases y me dijeron que hiciera unos cursos, y tuvimos mucha aceptación”.
Alrededor de 143 personas se inscribieron a las clases, 89 son de nivel básico, mientras que 54 tienen nivel intermedio, reciben 14 clases a la semana de forma virtual, de igual manera reciben 2 asesorías dadas por una abuela de Santo Domingo de Guzmán, quien se sumó también al proyecto.
Pese a los diferentes esfuerzos aún falta mucho por hacer, para Héctor es importante crear campañas de concientización sobre la cultura y orígenes de la identidad salvadoreña, y es fundamental que las nuevas generaciones no dejen morir el náhuat.
“Según un sondeo realizado en el año 2007 eran 1997 hablantes que había en el país, Santo Domingo reflejaba en ese entonces, 97 ahora solo 48 todos hablantes son personas mayores, nosotros queremos ser esa generación que queremos mantener la cultura, la lengua y siempre aprendemos de historia y aspectos culturales”.
Uno de los proyectos a futuro es crear una aplicación móvil que funcione como diccionario, en el cual el interesado pueda buscar la palabra y su pronunciación, al igual que un diccionario en físico, finalizó el joven profesor.