Gloria Silvia Orellana
@DiarioColatino
En el marco del proyecto “Juventudes Empoderadas Desafían los Estereotipos y Desigualdades de Género en 4 municipios de la Paz y San Salvador“, Las Dignas presentaron los resultados del proceso de contraloría en Unidades de Salud de departamento de La Paz.
Larissa Villacorta, presidenta de la Junta Directiva de Las Dignas, afirmó que “Es una consulta a jóvenes entre 15 a 29 años, el 75% fueron mujeres jóvenes y tenemos una alta estadística de mujeres que están hablando de sus derechos sexuales y reproductivos, del acceso a la salud reproductiva y las necesidades específicas dentro del área rural”.
Tras señalar la vulnerabilidad de las niñas, adolescentes y mujeres, que viven en el ámbito público y privado, se refirió al aumento de embarazos de adolescentes durante la pandemia del COVID- 19, en el año 2020, que da cuenta que “las niñas, las adolescentes, jóvenes, mujeres no estaban seguras en sus casas”.
La encuesta retoma recomendaciones del Comité de Derechos del Niño, sobre la salud de los adolescentes, que expresa que los Estados en la Salud Pública deberán garantizar derechos y crear protocolos que identifiquen las necesidades específicas de esta población.
El informe destaca las características de disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y calidad, en donde la disponibilidad se refiere a la cantidad adecuada de establecimientos, servicios y productos y programas de cuidados de la salud.
Mientras, la accesibilidad es la que se espera de establecimientos y sus servicios de salud con énfasis con personas que están en marginalidad o vulnerabilidad, sin discriminación de ningún tipo incluido el estado familiar de las personas.
En cuanto a la aceptabilidad se enmarca a los establecimientos, servicios y productos de salud, siendo respetuosos de la cultura de las personas o diferencias de género o edad.
Y la calidad se relaciona a la educación sexual integral, que debe ser científica y médicamente apropiada, con un lenguaje comprensible que incluya información sobre los medios para garantizar su seguridad sexual y reproductiva, así como la toma de decisiones de cómo, cuándo y con quién tener sus relaciones sexuales, y cuando este comportamiento sexual se convertirá en reproductivo.
Sobre la muestra explica que el 75% fueron mujeres y el resto hombres, las edades oscilaron entre los 15 a 29 años en los municipios de Zacatecoluca y San Luis La Herradura, del departamento de La Paz. 8 de cada 10 contaba con educación media a universitaria, un 18.1% tenía una hija o hijo y un 14% expresó pertenecer a la población LGBTIQ+.
Elías Amaya, de Contraloría de la Red JuvenAcción, señaló que el trabajo se realizó junto a diferentes organizaciones, para hacer hincapié en la importancia del uso de los métodos anticonceptivos, y cómo se está trabajando desde las municipalidades este tema.
“Es sumamente necesario monitorear porque muchas veces en las Unidades de Salud, si se cuenta con los métodos anticonceptivos, pero no se cuenta con un programa que vaya enfocado hacia las juventudes”, expresó Amaya.
Entre las observaciones a la disponibilidad de servicios y acceso a establecimientos el estudio señaló que entre las dificultades más comunes están los largos trayectos, calles de difícil tránsito, transporte limitado y alta peligrosidad en los caminos y, sobre todo, para mujeres que enfrentan mayor vulneración a violencia sexual al realizar el trayecto.
“Se identificaron lugares con mayor dificultad de acceso en Zacatecoluca, en la zona del volcán y en San Luis La Herradura, la zona de las islas, cantón Las Anonas y Guadalupe La Zorra”, dijo.
“Existen brechas en la cobertura de los servicios de anticoncepción públicos, sobre todo en las zonas rurales más lejanas de los dos municipios. El Minsal ha tratado de acercar los servicios de salud que comprende la anticoncepción, a su través del personal promotor de salud, pero la oferta de servicio es limitada”, agregó Amaya.
Sobre la aceptabilidad de los servicios y su calidad, los encuestados señalan limitaciones en el acceso de los anticonceptivos por la religión, por la cultura tradicional que fomenta “la regulación conservadora de la sexualidad”, la desinformación y pocos avances en el acceso a EIS, y por ende información real sobre métodos anticonceptivos en la población adolescente y el patriarcado que son concepciones que ubican a las mujeres como únicas responsables de controlar la natalidad desligando a los hombres de su obligación de prevención de embarazos no deseados.
“Estigmatizan a los jóvenes por el uso de anticonceptivos, en esta contraloría vimos de hecho y analizamos las problemáticas que surgen sobre este tema, porque muchas veces, cuando los jóvenes han tratado de buscar un método anticonceptivo somos marginados o discriminados, porque en teoría o por prejuicio piensan que no debemos andar pensando en esas cosas”, comentó Amaya.
Como recomendaciones, el estudio señaló que el sistema de salud demanda de acciones “urgentes” que deben orientarse a cambiar el “imaginario social y patrones culturales” que están restringiendo los derechos sexuales y reproductivos.
Además, “con la familia, como agente primario de educación, con el objetivo de sensibilización y que sean aliados contribuyendo a promover el conocimiento y den paso al desarrollo sexual saludable desde la infancia. Con los adolescentes y jóvenes ya sea en la zona urbana o rural a permitirles empoderamiento y apropiación sobre su sexualidad a través de información real, científica y libre de mitos y estereotipos”.
Todas las recomendaciones, consideró Amaya, son para que las Unidades de Salud puedan contar con verdaderos planes y proyectos que beneficien a las juventudes y tengan a disposición a toda la comunidad y la población los métodos anticonceptivos.