Telesur
A partir de este lunes 15 de febrero de 2021, los jueces de juzgados y tribunales de todo el territorio observarán una huelga indefinida para obligar al presidente de Haití, Jovenel Moïse, a respetar la Constitución.
Las cuatro asociaciones de jueces del país acusan al presidente Moïse de la detención ilegal del juez Yvickel Dabrésil, el retiro de tres jueces del Tribunal de Casación y el nombramiento de otros tres en violación de la Constitución.
En un comunicado, las Asociaciones de Magistrados llaman a un «paro laboral hasta que el Ejecutivo respete la Constitución, las Leyes de la República y los Convenios Internacionales que consagran el principio de separación de poderes y la independencia del poder judicial para para evitar el colapso total de los logros democráticos».
La huelga será efectiva a partir del lunes próximo y hasta tanto el Gobierno se retracte de los decretos ‘tomados al margen de la Constitución’ y reincorpore al secretario Christophe Espérance, que aseguran fue despedido ilegalmente por asistir a la audiencia de Habeas Corpus iniciada a favor del juez Yvikel Dabrésil.
La semana pasada, los magistrados también protagonizaron un paro contra la detención de Dabrésil, acusado por «conspiración contra la seguridad interna del Estado», y quien permaneció arrestado durante cinco días.
Dabrésil fue inculpado por el gobierno por su presunta participación en un golpe de Estado y magnicidio, que también involucró a una inspectora general de la Policía, y otra veintena de personas.
En los últimos días, los manifestantes se han enfrentado con la policía en la capital de Haití, Puerto Príncipe, mientras marchaban para exigir la renuncia del presidente.
Según los manifestantes, el mandato de Moïse terminó el domingo 7 de febrero; sin embargo, el presidente insiste en que le queda un año más en el cargo.
Desde hace un año, Haití es escenario de una fuerte movilización callejera contra un presidente que intenta por todos los medios mantenerse en el poder, ignorando los numerosos escándalos de malversación que acompañan a su Gobierno y protestas masivas en su contra.
En un mensaje, los obispos católicos de Haití lamentaron la grave situación en que se encuentra la isla del Caribe y han hecho un llamamiento al diálogo nacional.
El Estado caribeño se ve afectado desde hace meses por una grave crisis política. En el centro del conflicto entre gobierno y oposición se encuentra la duración del mandato del presidente. La posición del jefe de Estado es que su mandato no termina hasta el próximo año.
Los críticos, sin embargo, opinan que terminó el 7 de febrero de este año, de acuerdo con la Constitución.
Las diferentes posturas sobre el final del mandato presidencial tienen su origen en un desacuerdo sobre cuándo comenzó.
En su declaración, los obispos se adhieren indirectamente a las críticas al presidente. «Nos parece que todo el mundo está de acuerdo con el principio de que nadie está por encima de la ley y la Constitución del país».