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El Tribunal Tercero de Sentencia reprogramó por segunda ocasión, buy viagra el juicio por lavado de dinero en contra del empresario Domingo Saravia y su esposa Carmelina Bonilla, cialis por problemas de salud de la última.
El comerciante de origen migueleño enfrenta después de cinco años a la justicia, tras el fallo que emitió la Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que anuló la sentencia absolutoria del pasado 2009.
De acuerdo con la Sala, tras conocer el recurso de casación, se debería realizar un nuevo juicio a la pareja, que se debió realizar hace más de 15 días, pero por problemas de salud del abogado defensor de los acusados se reprograma para el 16 y 17 de octubre.
Justo hoy, minutos antes de instalarse el juicio, el empresario Domingo Saravia pidió la palabra para informar que su esposa presentaba problemas de salud.
“Llamé a las 8:40 de la mañana para avisar que llegaría tarde, mi esposa amaneció con vómitos y fuerte dolor de cabeza, pero como responsables estamos presentes”, dijo a los jueces el imputado, mientras su esposa se mostraba cabizbaja ante las molestias.
Según consta en el expediente médico, Carmelina Bonilla tiene problemas de salud por un quiste cerebral.
Luego de la intervención de Saravia y la visible molestia de su esposa, los jueces tomaron unos minutos para deliberar. Al final de unos cinco minutos decidieron reprogramar la vista pública para el próximo 12 de noviembre.
“Desde el punto de vista de los derechos humanos y como vemos lo mal de salud que se encuentra no se instalará hoy la vista y se reprograma para el 12 de noviembre”, dijo uno de los jueces del Tribunal.
Asimismo ordenó que un médico forense de Medicina Legal realizara los respectivos exámenes a la imputada “con el fin de determinar si estaba bien”.
Los jueces también resolvieron antes no aceptar una petición de revocatoria de la vista pública presentada por la defensa, alegando que presentaron un amparo ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) por supuestas violaciones al ordenarse un nuevo juicio.
Los operadores de justicia declararon no a lugar de la petición, porque la Sala de lo Constitucional no se ha pronunciado sobre el amparo y no existe una medida cautelar que ordene que no se debe de celebrar el juicio. Recordaron que si la honorable Sala se pronuncia tendrán que acatar su resolución, pero por el solo hecho de presentar un amparo no se puede dejar de celebrar la diligencia, porque no se sabe cual será el resultado.
Por su parte, el fiscal del caso Mario Huezo, dijo que estaban de acuerdo con la reprogramación ante el estado de salud de la imputada. Descartó que reportarse enferma la imputada no es una estrategia para dilatar el juicio, porque ellos se han presentado en las fechas anteriores fijadas por el Tribunal.
Explicó, que en el mes de diciembre de 2009 se absolvió a Saravia y Bonilla, pero en esa misma fecha se presentó un recurso de casación, que conoció la Sala y cinco años después se resuelve un nuevo juicio.
A criterio de la Sala de lo Penal el tribunal Sexto de Sentencia que conoció el caso en 2009 “inadmitió de manera no debida ciertos elementos probatorios”, y que deben ser tomados en cuenta.
El fiscal explicó que esos elementos probatorios que deben analizarse en este nuevo proceso judicial son “los periciales”. “Creemos que es prueba de carácter decisivo y creemos que si en aquel momento se hubiera contado con ella, hubiéramos tenido un resultado diferente, es por ello que la Sala ordenó reponer la vista”, recalcó el fiscal.