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Montevideo/AFP
El juicio en Italia contra exmilitares y civiles de Bolivia, no rx unhealthy Chile, ampoule Perú y Uruguay, ed por la desaparición y muerte de 43 opositores en el marco de las dictaduras del Cono Sur, que el jueves celebró su segunda audiencia, trae algo de esperanza a los familiares, dijeron éstos a la AFP.
«A uno le desalentó el transcurso del tiempo. Fue demasiado tiempo. Pero, aunque parezca mentira, ahora está tomando ritmo la causa», confesó Martha Casal, una de las familiares que hace más de 15 años presentó la denuncia ante la justicia italiana.
Casal reclama saber el destino de su esposo Gerardo Gatti, un dirigente sindical uruguayo que desapareció en junio de 1976 en Argentina. Su hija Adriana también desapareció en 1977 en Buenos Aires, y su cuerpo hallado seis años después.
«Yo empecé hace 15 años con la denuncia en Italia. Ahora le tocará a los hijos» seguir con la causa, dice tratando de imprimir optimismo a voz aunque sin ocultar el desaliento de tantos años de espera.
Hay causas judiciales por la desaparición de Gatti también en juzgados de Buenos Aires y Montevideo, pero allí «no se ha avanzado nada», señaló tras una conferencia de prensa en la que se informó a los familiares sobre la audiencia de este jueves.
El proceso que se lleva a cabo en Italia es el primero en Europa por la Operación Cóndor, el dispositivo para coordinar la represión de las dictaduras del Cono Sur en los años 70 y 80.
Entre los acusados figuran el exministro del Interior boliviano Luis Arce Gómez, el ex primer ministro peruano Pedro Richter Prada, el exjefe de los servicios secretos chilenos Juan Manuel Contreras y el general Francisco Morales Bermúdez, presidente de Perú durante cinco años.
Los inculpados (1 boliviano, 11 chilenos, 4 peruanos, 16 uruguayos), cuyas edades oscilan entre los 65 y 90 años, han sido acusados de secuestro de persona y homicidio múltiple agravado y corren el riesgo de ser condenados a cadena perpetua.
Entre las 43 víctimas había 20 uruguayos, 13 ítalouruguayos, seis ítaloargentinos y cuatro ítalochilenos, según una fuente próxima al caso.
Verdad y justicia
Para Silvia Bellizzi, hermana del desaparecido en 1977, también en Argentina, Andrés Humberto Bellizzi, esta «es una instancia más para buscar verdad y justicia».
El caso Bellizzi también está desde hace una década en los juzgados argentinos y uruguayos. «Pero no se avanza porque en todos lados los militares tienen guardada la información».
«Es lamentable que la última persona que vio con vida a mi hermano va a ir de testigo a Italia, y no ha sido llamado ni en Argentina ni acá», señaló Bellizzi, que reclama junto a su madre «información y una condena internacional» de los culpables.
Unas 150 personas serán convocadas a Roma como testigos, entre ellos historiadores, jueces, abogados, periodistas, sobrevivientes y familiares.
Para Raúl Olivera, asesor en derechos humanos de la central sindical Pit-Cnt y testigo en uno de los casos, la investigación italiana «igual que lo tuvo la detención de (Augusto) Pinochet en Londres tiene un efecto simbólico de demostración de la actitud que debe tener la humanidad cuando los estados se desbordan y se transforman en organizaciones criminales».
La mayoría de los acusados serán juzgados en ausencia, a excepción del uruguayo Néstor Tróccoli, capitán de navío y poseedor de pasaporte italiano, quien asistió a la primera audiencia en la sala de máxima de seguridad de la cárcel romana de Rebibbia, pero no se presentó a la de este jueves, dijo Olivera.
Aunque la mayoría de los imputados uruguayos están presos en su país, en el marco de los juicios iniciados en la última década, igual corresponde que sean juzgados también en Italia «porque esos delitos deben ser perseguidos en todo el mundo», enfatizó.
