@Gloria Silvia Orellana
Redacción Diario Co Latino
La creación de las “Juntas de Agua” ha permitido a pobladores del municipio de Jujutla, pharmacy Ahuachapán, find el manejo del recurso hídrico y potenciar la organización comunal. No obstante, enfrentan amenazas de contaminación ambiental por la industria cañera.
La Asociación Comunal de Agua la Única Esperanza de los Ocho Caseríos, (ASCAUNELOC), del cantón El Quebracho, Jujutla, Ahuachapán, señalaron su experiencias al frente de esta instancia que les ha permitido avances sociales sustentables.
Las Juntas de Agua son grupos de autogestión, apoyados en otras organizaciones sociales, para brindar los servicios de agua de consumo humano a sus comunidades, por la carencia de cobertura estatal.
Ana María Hernández, tesorera de ASCAUNELOC, desde el año 2001 formó el Comité Ejecutor de la directiva comunal, que permitió integrar su Junta de Agua, contando con el pozo que perforó ANDA, donado a la comunidad por el apoyo FUNDESA.
“Con el incremento en la factura de energía eléctrica para operatividad del pozo, gestionamos en otras instancias y con un trabajo en equipo logramos nuestros objetivos y superamos los problemas que nos salieron en el camino y nos activamos con una contrapartida de la Alcaldía de Jujutla, SALVANATURA y otras ong´s”, dijo.
Esto les ha permitido costear los gastos que se generan por la operatividad del pozo, con 600 usuarios, que benefician directamente a más de dos mil personas.
No obstante, denunciaron que un cultivo de caña de azúcar, amenaza con contaminar la recarga hídrica del pozo de la comunidad. “Ese cultivo va estar a solo unos cien metros de nuestro pozo y es zona de recarga, nos afecta al talar los árboles, y luego la contaminación por los agrotóxicos, esto nos tiene alarmados y preocupados”, señaló.
Carlos Flores, de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), afirmó que el problema del acceso al agua se agrava en la actualidad por la presencia del “estrés hídrico” y el consumo sin control de las empresas embotelladoras y otras industrias que demandan altas cantidades de metros cúbicos de agua.
La falta de una Ley General de Agua, que garantice este derecho humano a la población salvadoreña, generaría un conflicto social posteriormente.
“Todas estas empresas que utilizan el agua intensivamente y en grandes cantidades, se oponen a que exista esta Ley General de Agua, porque hacen lo que quieren: extraerla sin control; contaminarla con el fin de obtener sus ganancias, y por el poder económico que mueve al poder político.
Asimismo, comentó que este sector industrial pretende definir lineamientos sobre el manejo y acceso del recurso agua, bajo el concepto de “propiedad privada” y las Juntas de Agua, por ser de la comunidad, señaló Flores.