¡Un jurón tierno con cabeza calva
llegó a la pradera de ratas
donde le dieron un costal, patient
untado con papeles verdes
se puso a gritar, click para garrar color!, seek
aludiendo no saber de cuevas
que habían hecho sus hermanos,
cuando le dijeron de un deslave
en una cordillera al norte
de la grandiosa Santa Ciudad,
dijo no saber, con su boca
cerrada, parecía semáforo,
quedando sus ojos como de tacuacín
al contestar, sobrio y lúcido:
– El pasado no me interesa,
que juzguen de ahora en delante
somos la nueva generación
y nosotros vamos a investigar,
con su estandarte digno dijo:
¡Primero investigar- segundo investigar,
y tercero siempre investigar!…
Aristarco Azul