San José/AFP
Un tribunal costarricense condenó a una empresaria taiwanesa por pesca ilegal de tiburón para aprovechar la aleta, en la primera sentencia de este tipo por esta práctica conocida como aleteo,
informaron la justicia y ambientalistas.
La decisión, emitida el pasado lunes por un tribunal de la ciudad costera de Puntarenas (noreste), conlleva una sanción de seis meses de prisión contra la empresaria de apellido Tseng, y fue celebrada por organizaciones ambientalistas.
«Esta es una sentencia histórica pues es la primera vez que existe una condena penal por aleteo. Aplaudimos el esfuerzo de la fiscalía por hacer cumplir las leyes nacionales y los compromisos internacionales de Costa Rica. Esperamos que sea un precedente que ayude a evitar que se repita esta práctica», dijo Gladys Martínez, abogada de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA).
El caso del barco Wan Jia Men 88 estalló en octubre de 2011 cuando fue sorprendido con 151 cuerpos de tiburón con sus aletas cortadas. La empresaria fue llevada a la justicia, que en un primer fallo la absolvió en 2014.
La fiscalía apeló la decisión y logró un nuevo juicio, en el cual el tribunal determinó que Tsang es responsable «del delito de ordenar la descarga de aletas de tiburón sin el respectivo cuerpo, en perjuicio de los recursos naturales».
«Nos alegra que desde el Poder Judicial, el país envíe la clara señal de que su prioridad es proteger la sostenibilidad del país. La respuesta ante una práctica de aleteo fue buena», declaró Marco Quesada, director del Programa Costa Rica de la organización Conservación Internacional (CI).
El aleteo está penado por la ley de pesca de Costa Rica, que ha ratificado varios tratados internacionales de protección y manejo sostenible de los recursos marinos.
El Pacífico centroamericano es frecuentemente buscado por embarcaciones asiáticas que buscan tiburones para obtener sus aletas, que son cotizadas para la cocina en países orientales.