Ciudad de Guatemala/AFP
La justicia guatemalteca investigará al diputado oficialista Julio Juárez por sospechas de ser el autor intelectual del asesinato de dos periodistas en 2015, informó el juez Miguel Ángel Gálvez.
El juez dijo durante una audiencia que consideraba «prudente» abrir el proceso penal e investigar al congresista, capturado en enero pasado, tras ser vinculado en el doble asesinato.
Juárez, del partido derechista FCN-Nación, es señalado por la fiscalía de haber ordenado el ataque contra el periodista Danilo López, del diario Prensa Libre, ocurrido el 10 de marzo en la ciudad de Mazatenango, 100 km al suroeste de Ciudad de Guatemala.
En el atentado cometido por sicarios también murió de forma fortuita el periodista Federico Salazar, de Radio Nuevo Mundo, y resultó herido el reportero Marvin Tunches, de un canal de televisión local.
Al profundizar en las investigaciones de la fiscalía, el juez Gálvez debe decidir si eleva a juicio el caso contra el legislador.
La Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), un ente antimafias de la ONU que apoya las indagaciones, señaló en un comunicado que, con la resolución del juez, Juárez queda «suspendido de su cargo de congresista hasta que solvente su situación jurídica».
Además, continuará en prisión durante los tres meses que el juez otorgó para ahondar en las pesquisas.
Según la investigación preliminar, Juárez, quien perdió su inmunidad en noviembre pasado, habría ordenado el asesinato de López por desacuerdos políticos que se agravaron con una nota sobre deudas fiscales del actual legislador que el periodista publicó en un medio digital.
Cuatro miembros de la organización criminal que planeó el asesinato se encuentran detenidos, entre ellos uno de los dos sicarios que ejecutaron el crimen, mientras que otro está prófugo.
El pasado 1 de febrero, trabajadores de una finca en el municipio de Santo Domingo, cercano a Mazatenango, localizaron los cadáveres de los periodistas Laurent Castillo, corresponsal del matutino Nuestro Diario, y Alfredo de León, de la local Radio Coaltepec.
Los comunicadores estaban atados de manos y pies y tenían un disparo en la cabeza. No se ha dado una versión oficial sobre el crimen, repudiado por la ONU y gremios de prensa.