Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
La presentación reciente del anteproyecto de Ley General de Aguas y Saneamiento, dispuesto por el presidente de la República, Nayib Bukele, que ha dado 90 días a su bancada (NI) en la Asamblea Legislativa para su aprobación, carece de ciertos conceptos relacionados a la justicia hídrica, manifestó Carlos Flores, del Foro del Agua de El Salvador.
“Después de un estudio y una lectura analítica de cada uno de los artículos y una comparación somera con nuestra propuesta de ley del año 2013, consideramos que la propuesta presidencial incorpora varios de los elementos que hemos llamado -puntos no negociables- del debate de la Ley de Agua. Hemos analizado artículo por artículo y existe una buena cantidad de aspectos generales, pero en el cuerpo de la ley los instrumentos de gestión y regulación están excluidos y eso preocupa”, indicó Flores.
En un contexto de estrés hídrico de la mayoría de afluentes, ríos y manantiales del país. Las organizaciones sociales, junto a las comunidades afectadas han venido proponiendo durante 15 años un anteproyecto de Ley de Aguas, que contenga ciertos preceptos de inclusión a partir de: el agua como bien público, un derecho humano, la gestión pública y participación ciudadana, la gestión sustentable de las cuencas hidrográficas y poseer régimen económico justo y equitativo.
Flores consideró que la ausencia de estos elementos terminarán alterando el sentido de justicia hídrica e inclusión social que se necesita en el país, y de no incluirla se terminará con una normativa jurídica centralizadora, verticalista, burocrática y que bloquea la participación social en un tema que se encuentra vinculado a otros derechos como la salud, la vida y un medio ambiente sano.
“Es importante construir y complementar la ley, con una serie de elementos que complementen de mejor manera un enfoque que haga frente a la injusticia hídrica, que es el mal endémico que vivimos en el país. La injusticia aquella, en donde los que tienen más, pueden agarrar toda el agua que quieran y la gente más empobrecida está siempre sin abastecimiento, con agua contaminada y sufriendo las enfermedades por este flagelo. Faltan todo estos elementos como igualdad de género, la sustentabilidad y la construcción de territorios hidrosociales con equidad”, consideró.
En representación del Foro del Agua, agregó sobre la necesidad de contar con la descentralización para mayor eficiencia sobre el territorio. Flores recomendó como primordial que la institucionalidad que desarrolle la Autoridad Salvadoreña del Agua (ASA), ordenar la operatividad por regiones hidrográficas y como son tres (Occidente, Centro y Oriente), se establezcan tres Direcciones Hidrográficas y estas a su vez, nombren los Comités de Cuenca.
“El Comité de Cuenca es el espacio natural de participación de la gente, ¿por qué es importante? En ese espacio la población puede exponer sus valoraciones sobre los proyectos en sus territorios y porque le parece bueno o malo, porque no se puede cerrar el espacio de participación social. Pero en la propuesta (presidencial) no incorpora la figura de los Comités de Cuenca ni los Organismos Zonales de Cuenca, quedando solamente un súper presidente de la ASA, que no tiene los pies en los territorios”, observó.
Otro de los aspectos señalados por el Foro del Agua, que debe discutirse, es la “jerarquía de las prioridades” con respecto al tema agua, al considerar que hay vacíos y se quedan “cortos” al incluir solamente el consumo humano doméstico y los siguiente será la reglamentación del Plan Nacional Hídrico, que consideró Flores, un error.
“La prioridad uno es el consumo humano y doméstico, prioridad dos, es agua para los ecosistemas, el tercero el agua para la soberanía alimentaria y luego, puede ser el agua para la hidroelectricidad, agua para la industria, comercio, turismo y estas últimas actividades deben obedecer a los lineamientos del Plan Nacional Hídrico”.
“No se puede sacrificar a los ecosistemas en función del desarrollo, son todos estos temas que deben incorporarse al debate de la ley de aguas, que por ahora están excluidos”, subrayó Flores.
En cuanto a la crisis hídrica que atraviesa el país, consideró que no era recomendable que exista la posibilidad de entregar “autorizaciones de largo plazo” en recursos hídricos. Porque los grandes usuarios 473,000 metros cúbicos al año, ostenten permisos de 15 años. Y que los usuarios abajo de los 400,000 metros cúbicos no alcancen un permiso de más de 5 años.
“La crisis hídrica que vive el país, no da espacio para que existan estas disparidades los usuarios no pueden obtener permisos que sobrepasen los cinco años de vigencia. Sobre los permisos pueden ser renovados, pero no pueden ser automáticos”.
“La renovación obedece al cumplimiento de los mandatos establecidos en el permiso y garantizar la gestión de cuenca para mantener la misma situación que cuando recibió el permiso anterior. No puede ser que el acuífero bajó a la mitad su disponibilidad y que sigan esperando otro permiso para sacar la misma cantidad de agua”, argumentó Flores.
En cuanto a estos vacíos en la Ley de Aguas y Saneamiento, presidencial, Carlos Flores, del Foro del Agua, anunció que la próxima semana presentarán un pliego de propuestas del articulado y aportar constructivamente a generar un marco legal para el derecho humano al agua, que garantice también la sustentabilidad, y así completar cualquier deficiencias del anteproyecto del Ejecutivo.