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Rosmeri Alfaro
@RosmeriALfaro
El aroma a semilla de marañón es la clave para identificar que se ha llegado a la comunidad Vista Hermosa, en Jiquilisco, Usulután.
Son decenas de habitantes del municipio al oriente del país que se han apegado a la estrategia Un Pueblo, Un Producto, para aprovechar uno de los productos que al igual que el camarón es uno de los recursos identitarios de la comunidad.
En total son seis iniciativas de negocios las que se encargan de promover el consumo del producto en sus diferentes presentaciones. Harina para horchata y atol, conservas, migas, y el peculiar empanizador con coco, son algunos de los productos hechos con semilla de marañón que los salvadoreños y extranjeros pueden disfrutar.
Cabe destacar que algunos habitantes de la zona ya no son solo proveedores locales sino que exportan sus productos a diferentes países, lo que no solo ha permitido que mejoren sus ingresos sino el de varias familias de la zona con la generación de empleos.
Son diferentes entes los que junto a la Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (CONAMYPE) trabajan para potenciar la estrategia con la que buscan elevar las capacidades comunitarias en función de mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Foto Diario Co Latino/Wendy Urbina.
CONAMYPE afirma que, en El Salvador, al igual que el resto de los países iberoamericanos, los jóvenes en edad de trabajar constituyen el 28.1%, siendo una base de talento capaz de impulsar las economías locales y el desarrollo social de sus comunidades.
Por ello, la Comisión junto al Instituto Nacional de la Juventud (Injuve) participan a través del Programa de Empleo y Empleabilidad para las Juventudes, buscando facilitar la mejora en la empleabilidad y el acceso al empleo e inserción productiva.
Siete son las cooperativas conformadas por 30 jóvenes las que se dedican a la producción de camarón en el municipio de Jiquilisco, a través de la estrategia de desarrollo económico local Un Pueblo, Un Producto que expone “la identidad, cultura, sentido de pertenencia entre los pueblos, así como el desarrollo de creencias y valores”.
Uno de los cantones qué más ha potenciado la producción del camarón es Sisiguayo, donde se produce el 34% de camarón de estanque a nivel nacional. Los comerciantes han pasado de vender $250 al mes, a vender $1,000 por semana gracias a las diferentes actividades locales y la promoción del alimento fuera del municipio.
La producción de hortalizas también está siendo impulsado. Son dos cooperativas las que producen chile, pepino, pipián criollo, elote dulce, plátano, entre otros, contribuyendo a la economía de los habitantes de la zona con empleos.
En 2017, las micro y pequeñas empresas que forman parte del Movimiento Un Pueblo, Un Producto generaron 5,557 empleos, 240 autoempleos y reportaron ventas por $5.731,780.00.
Para lograr desarrollar la innovación, creatividad de los pueblos para que con sus recursos y oportunidades desarrollen productos, el Sistema de Asesoría y Capacitación para el Desarrollo Local (SACDEL) ejecuta el plan de fortalecimiento del comité Un Pueblo Un Producto de Jiquilisco, con un total de $172,000, fondos otorgados por Gran Ducado de Luxemburgo a través del Ministerio de Relaciones Exteriores (RREE).
“Los jóvenes no son el problema como algunas personas pudieran creer, sino que son un valioso recurso en la sociedad”, indicó Carlos Herrera de SACDEL, quien trabaja con los habitantes de los cantones en Jiquilisco, Usulután, lugares que demuestran que ser considerados lejanos o con pocas oportunidades no los detiene para mejorar la economía del país.
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