Roma/dpa
La camiseta blaugrana del Barcelona aparece nuevamente en el camino de Massimiliano Allegri, ya que hoy la Juventus vuelve a medirse al equipo con el que hace tres temporadas perdió la final de la Liga de Campeones.
Fue en 2015. La Juve perdió 3-1 aquella final, jugada en Berlín, ante el Barcelona. La temporada pasada, en Cardiff, Allegri dirigiría su segunda final en tres años pero también la perdió, aunque 4-1 con el Real Madrid.
Antes de llegar a esa definición, sin embargo, la Juventus dejó en el camino al Barça al vencer 3-0 en Turín y empatar sin goles en el Camp Nou.
Encuadrados en el grupo D, los dos equipos se enfrentaron en el primer partido de la zona. Fue victoria 3-0 para el Barcelona, que es líder con tres puntos más que los “bianconeri”.
Y si en la Liga de Campeones la flaqueza es disimulable, en la Serie A aparece con fuerza. La derrota 3-2 ante la Sampdoria, el domingo, relegó a la Juventus al tercer lugar de la tabla, a cuatro puntos del líder Napoli.
Allegri parece tener claro que el déficit es defensivo, que si no hay solidez defensiva atrás la abundancia goleadora puede resultar inútil.
El técnico, un convencido de las virtudes de una buena defensa, no puede recibir con agrado que su equipo haya encajado 14 goles en 13 partidos, ya más de la mitad del total concedido en la exitosa campaña pasada (27) que coronó el sexto “Scudetto” consecutivo del cuadro turinés.
Si la Juventus anota más de lo habitual y lleva ya 37 goles, nueve más que en este mismo momento del año pasado, la conexión entre el mediocampo y la defensa, una de sus marcas de fábrica, parece perdida.