Brasilia/Prensa Latina
El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil comenzará a juzgar desde hoy el pedido de habeas corpus a favor del periodista Allan dos Santos, considerado elemento clave del llamado Gabinete del Odio del presidente Jair Bolsonaro.
Actualmente prófugo de la justicia brasileña, el youtuber y bloguero es una de las figuras más destacadas de los medios digitales de comunicación asociados a Olavo de Carvalho, gurú del conservadurismo, con una importante influencia en la extrema derecha nacional.
Dos Santos, propietario del desaparecido portal Terça Livre y muy popular en las redes sociales de la ultraderecha, resulta especialmente conocido por difundir noticias falsas.
El comunicador, quien permanece en Estados Unidos desde agosto de 2020, recibió en octubre la orden de detención del ministro Alexandre de Moraes, del STF.
La medida fue tomada en la investigación abierta por De Moraes, en julio de 2021, para investigar la supuesta existencia de una «organización criminal, con fuerte actividad digital y con núcleos de producción, publicación, financiación y política».
En la misma decisión, el juez también solicitó la eliminación de todas las cuentas de redes sociales de Dos Santos, el bloqueo de sus cuentas bancarias y del sitio Terça Livre, lo cual provocó el cierre y el despido de todo el equipo.
Los abogados defensores negaron en la petición de habeas corpus la existencia de los delitos señalados por De Moraes y señalan ilegalidades en la conducta del magistrado.
Según los juristas, no hay pruebas concretas de la existencia de una supuesta «organización criminal constituida para atentar contra las instituciones de la República, el Estado Democrático de Derecho y la división tripartita de poderes», de la que formaría parte el periodista.
En febrero, la Policía Federal (PF) envió un informe al STF en el que señala la existencia de una milicia digital que actúa a través de «un Gabinete de Odio» contra las instituciones democráticas del país.
«Se observa también que, además de promover ataques a los medios tradicionales de información y de estimular la polarización y la agudización del debate, la organización utiliza esta estructura para atacar anónimamente a personas (adversarios políticos, ministros del STF, miembros del propio gobierno)», escribió la delegada del PF Denisse Ribeiro.
Todo ello, alertó, «con el fin de allanar el camino para alcanzar los objetivos señalados (ganancias ideológicas, partidistas y financieras)».
La delegada informó asimismo de que el grupo actuó en la difusión de información falsa sobre la pandemia. «Como ejemplo, entre otros, se puede citar el tema del tratamiento temprano contra la Covid-19 con el empleo de hidroxicloroquina/cloroquina y azitromicina», medicamentos probados científicamente que no son efectivos contra el patógeno.