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Kafka y la muñeca viajera

NARRADORA Un año antes de su muerte, ask en 1923, drugstore el novelista austrohúngaro Franz Kafka vivió una experiencia insólita. Paseando por el parque Steglitz, viagra sale en Berlín…

NARRADOR … se encontró con una niña que lloraba desconsolada. Era pequeña, guapa. Su cabello, largo y oscuro, lo recogía en dos primorosas trenzas.

KAFKA Hola, niña…

NIÑA Hola.

KAFKA ¿Qué tienes? ¿Te has perdido?

NIÑA (SUSPIRANDO) Yo no.

KAFKA ¿Dónde vives?

NIÑA Allá.

KAFKA ¿Alguien te ha hecho daño?

NIÑA No.

KAFKA ¿Se ha perdido tu hermanito?

NIÑA No. Se ha perdido mi muñeca.

KAFKA ¿Tu muñeca?

NIÑA Sí…

KAFKA ¿Dónde la has visto por última vez?

NIÑA En aquel banco. Yo jugaba allí.

NARRADORA La niña seguía llorando y Kafka no sabía qué hacer…

KAFKA Ven, sentémonos en este banco. Dime, ¿cómo te llamas?

NIÑA Elsi.

KAFKA ¿ Y tu muñeca?

NIÑA Brígida.

KAFKA ¿Brígida? Espera, espera, ¡qué tonto soy! ¡Qué despistado soy a veces! Tu muñeca no se ha perdido. ¡Se ha ido de viaje!

NIÑA ¿De… viaje? ¿A dónde?

NARRADOR Kafka pensaba rápidamente sus respuestas. Ya la niña no lloraba, pero lo interrogaba con la mirada…

KAFKA ¡Elsi! ¡Brígida! ¡Sí, es tu muñeca, porque la carta es para ti!

NIÑA ¿Qué carta?

KAFKA La que te ha escrito la muñeca Brígida, explicándote por qué se ha ido tan de repente. Pero con las prisas la dejé en casa. Mañana te la traeré y podrás leerla. ¿De acuerdo?

NIÑA (EMOCIONADA) ¡Sí, gracias!

NARRADORA Al día siguiente, Kafka se sentó en la misma banca del parque. La mañana estaba hermosa, cálida. A lo lejos, la vio venir…

KAFKA Hola, Elsi.

NIÑA Hola… ¿y la carta?

KAFKA Aquí la tengo. Ven, siéntate y escucha.

KAFKA Elsi querida, he salido de viaje para ver el mundo. Perdona que me marchara sin despedirme. A veces causamos un dolor a los demás que no deseamos. Te pasa a ti con mamá, ¿verdad? Es que las despedidas son tristes y no quería que lloraras. Te voy a escribir sobre mis aventuras…

NIÑA ¿Y por qué mi muñeca le ha escrito a usted?

KAFKA Porque soy cartero de muñecas.

NIÑA ¿Los carteros no llevan las cartas a las casas?

KAFKA Los carteros normales, sí, pero los carteros de muñecas, no. Las cartas de las muñecas son especiales y deben ser entregadas en la mano a sus destinatarias.

NIÑA Pero yo todavía no sé leer.

KAFKA ¿Lo ves? Por eso lo hago yo, en voz alta. Es muy importante ser cartero de muñecas.

NARRADOR Este fue el comienzo de muchas cartas. El novelista Franz Kafka las leía contando aventuras imaginarias de la muñeca Brígida.

NIÑA ¿Ha llegado una carta hoy?

KAFKA Sí.

NIÑA ¿De dónde?

KAFKA De París.

NIÑA ¡París!

KAFKA ¿Sabes dónde está París?

NIÑA ¡En Francia! ¡Mis padres han estado allí! ¡Hay una torre muy alta, de hierro! Léame la carta de mi muñeca…

KAFKA Querida Elsi, ¿sabías que el cielo de París es del color de tus ojos cuando ríes?

NIÑA RÍE

KAFKA Espero que te estés portando muy bien ahora que no estoy yo, que comas como es debido y no hagas enfadar a nadie.

NIÑA Usted parece mi madre cuando me habla.

NARRADORA La siguiente carta llegó de Viena. Y luego del Sahara, de la Muralla China. La muñeca había estado en Pekín, en Nueva York, en Bogotá, en México. Saltaba de un continente a otro en un abrir y cerrar de ojos.

NARRADOR Así pasaron dos semanas y una carta cada día…

KAFKA Elsi, con ésta son diecisiete las cartas que te he mandado. Desde acá te imagino con tu amigo, el cartero de muñecas, dejando volar tu imaginación para acompañarme en la búsqueda de mis sueños. Y es que los sueños son la base de la vida. No olvides nunca que soy libre porque tú fuiste libre y me enseñaste a serlo. Algún día, cuando deje de escribirte…

NIÑA ¿Por qué va a dejar de escribirme? Brígida está triste. Usted habla de cosas diferentes.

KAFKA Espera, déjame seguir leyendo…

KAFKA Hoy me siento muy feliz, radiante, como si mi cuerpo fuese una fiesta. ¿Y sabes por qué estoy así?

NIÑA No…

KAFKA ¡Pues porque me he enamorado!

KAFKA ¿Te alegras?

NIÑA Claro. Yo la enseñé a vivir feliz.

NARRADORA Luego de recibir esa carta, todo volvió a ser igual que antes. Igual pero muy distinto, porque el cartero de muñecas no regresó. Hasta que un día en el parque…

NIÑA ¡Señor cartero! ¿Ha venido a traerle una carta a alguien?

KAFKA Sí, a ti. Una carta y este paquete.

NIÑA ¿Qué hay en él?¿De quién es?

KAFKA De Brígida.

NIÑA Ahhh…

NARRADOR A la niña se le iluminaron los ojos y con una gran sonrisa recibió el paquete. Se sentó sobre la hierba. Kafka también se arrodilló.

NIÑA Creí que ya no me escribiría más. ¿Qué hago?

KAFKA Ábrelo.

NARRADORA Elsi rasgó el papel que lo envolvía.

NIÑA ¡Señor cartero! Es una muñeca. Es hermosa.

KAFKA Sí. Y esta es la última carta de Brígida. Ábrela. Yo sostengo la muñeca.

NIÑA No, abra usted el sobre.

KAFKA Elsi, te quiero mucho. Gracias por darme la vida y la libertad para vivirla. Sé feliz.

NIÑA ¿Me la ha regalado?

NARRADOR La cara de Elsi era un poema, una canción. Abrazó a su nueva muñeca y le dio un primer beso de amor.

NARRADORA El novelista Franz Kafka nunca más regresó al parque. Poco después murió.

NARRADOR Muchos años más tarde, Elsi encontró una carta escondida dentro de la muñeca.

KAFKA Cada cosa que amas es muy probable que la pierdas pero, al final, el amor volverá de una forma diferente.

LOCUTORA Adaptación libre del cuento Kafka y la muñeca viajera, del escritor español Jordi Sierra.

BIBLIOGRAFÍA

Jordi Sierra, escritor español de literatura infantil.

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