KARM

(De la Revista El Rosacruz, de la Gran Logia Española,
para Europa, Asia y África, de Octubre-Diciembre de 2004) No. 3 y último

¿Cómo podemos servir verdaderamente?
Así pues, ¿cómo podemos servir verdaderamente? ¿Quién es en realidad el que sirve? ¿Es el hecho de servir un acto beneficioso? O, ¿es algo más? Quizá el tercer ejemplo que consideramos acerca del Karma, es decir, el de la neutralidad, nos proporcione una respuesta. El Karma es simplemente causa y efecto. No es ni bueno ni malo, sino simplemente neutral. Es solamente una situación creada por un acto realizado por una o por varias personas. Si pensamos en el Karma desde este punto de vista quizá descubramos que los actos considerados de una manera puramente física son en realidad resultantes de los motivos y las actitudes de los actos verdaderos.
Las razones del por qué damos o hacemos algo crearán y formarán nuestro verdadero estado de cosas, que no podrá medirse en el estado físico de nuestro ser. No podrá medirse por el grado de nuestra maestría ni nuestros logros, sino por nuestra espiritualidad.
La espiritualidad no se determina por la apariencia, por el ambiente ni por los logros. Simplemente, no conoce a nada que no sea a sí misma, porque es en verdad todo lo que existe. Es cierto que existen leyes físicas de causa y efecto a las que podemos llamar también Karma, pero la verdadera esencia del Karma trasciende todo eso. Con una actitud apropiada y un motivo desarrollado internamente, encontraremos que el Karma regresa a aquello que está dentro, y entonces podemos darnos cuenta de que todos nosotros y todas las cosas son perfectos.

El Servicio relacionado con la Moralidad
Repetimos, ¿cómo podemos servir verdaderamente? En cierto sentido, el servicio relacionado con la moralidad, al igual que las nociones del bien y del mal están relacionadas con el bienestar de la sociedad. En tal sentido, podemos prestar un verdadero servicio y realizar actos de servicio. Los actos de servicio pueden ser sinceros o hipócritas, cuyos resultados en ambos casos pueden ser buenos o malos; perjudiciales o beneficiosos, dependiendo de las variantes de propósito, motivo y actitud.
El verdadero servicio, pues, consiste en esas variantes de propósito, motivo y actitud, que son la fuente y la esencia de los actos. Para servir de verdad, para entender la verdad de qué es el Karma, debemos concentrar nuestros esfuerzos en la espiritualidad interna y aplicar la sabiduría que adquirimos de manera que podamos manifestarla como base de cualquier acto que decidamos realizar.
No tenemos que esforzarnos demasiado para descubrir que la Antigua y Mística Orden Rosacruz (AMORC) está basada en la sabiduría inherente y enseña cómo aplicarla. Podemos ser un verdadero servidor armonizándonos cada uno de los humanos con esa esencia y manifestarla simplemente en nuestro ser porque, en realidad, lo que necesita el mundo moderno es conocimiento, sabiduría y comprensión.

Ver también

Control del pensamiento por medio de las ondas Alfa

Por Ralph M. Lewis, F.R.C. (Pasado Imperator de la Antigua y Mística Orden Rosacruz AMORC, …