Caroline Bock y Martin Klostermann
Berlín/dpa
En entrevista con dpa en Berlín, Perry, de 32 años, cuenta que el atentado terrorista de Mánchester tras el concierto de su amiga “Ari” (Ariana Grande) la dejó “destrozada”. Además, sin querer desvelar detalles de “Witness”, habla de cómo son los nuevos Estados Unidos de Trump y de su secreto para vivir con 99,6 millones de seguidores en Twitter.
dpa: Durante la campaña electoral estadounidense apoyó abiertamente a Hillary Clinton. ¿Cómo lidia con la situación actual en Estados Unidos?
Perry: De distintas maneras, pero reconociendo que no conozco todas las respuestas. Esta derrota hizo explotar una ilusión, una proyección, una burbuja, pues pensaba que sabía mucho. Y no es así. Es un buen momento para volver a aprender. Para leer más, meditar más y empatizar más con la gente. Creo que la gente está realmente triste.
dpa: ¿Le sigue doliendo la derrota de Clinton?
Perry: No, ya no, me dolió durante un breve lapso de tiempo. Pero creo que ha pasado algo más importante que ella: ha despertado a un gigante durmiente. Y eso es más grande de lo que jamás podrá ser una persona. Tengo mucha curiosidad por ver qué sucede.
dpa: Tiene casi 100 millones de seguidores en Twitter. ¿Se ha planteado alguna vez tomarse una pausa de las redes sociales?
Perry: Sí, por supuesto. Es muy importante y súper sano. Probablemente en el futuro mi péndulo oscile en otra dirección (…) Estamos verdaderamente en la cima de todo este ruido. En algún momento intentaré salirme, buscar un lugar realmente tranquilo. Pero todavía no, primero quiero lanzar el disco.
dpa: ¿Desconecta de vez en cuando del smartphone?
Perry: Todos estos dispositivos crean mucha adicción. ¿Se imagina la clase de admiración que alguien como yo puede recibir por tan sólo presionar un botón, y al mismo tiempo la clase de odio? No sólo hay flores, suerte, arcoíris y unicornios. Hay muchas cosas positivas y muchas negativas. No voy a mentirle y decir que se me da bien controlarlo, aún me genera adicción, pero tengo el propósito de apagar el smartphone todos los domingos. Es una especie de reto futuro: un día para desconectar y tomarme una pausa.
dpa: ¿Se considera una freak del autocontrol?
Perry: Tengo que aprender a dejarme llevar, así que sí. En el pasado fui más bien una persona controlada, detallista. Pero he empezado a entender que hay muchas cosas que no puedo controlar.
KATY PERRY nació en la californiana Santa Bárbara en 1984, hija de pastores pentecostales. Debutó en 2001 con un disco de góspel bajo el nombre de Katy Hudson, pero el éxito internacional le llegó siete años después tras dar el salto al pop con el sencillo “I Kissed A Girl”, de su disco “One of the Boys”. Tras él siguieron hits como “Firework” o “Roar” que la han encumbrado al olimpo del pop.