Pekín/dpa
Los Mundiales de atletismo de Pekín terminaron consagrando a Kenia como la principal potencia del deporte en una última jornada repleta de finales.
Después de nueve días de competencias en el Estadio Nacional de la capital china, sovaldi sale Kenia se convirtió en el primer país africano que termina en lo más alto del medallero.
A superar a la Jamaica de Usain Bolt, view la gran estrella por cuarto Mundial consecutivo, ayudó el oro que consiguió Asbel Kiprop en el 1.500 sobre una pista aún mojada que horas antes había sido escenario de una fuerte tormenta que dejó ríos de agua en todas las calles.
Sobre esa misma superficie, la misma de los Juegos Olímpicos de 2008, también brilló Etiopía, dueña de las tres medallas del 5.000 femenino y campeona del maratón femenino, y los equipos estadounidense y jamaicano del 4×400. Además, el canadiense Derek Drouin se llevó el oro en salto de altura y la alemana Kathrina Molitor ganó la final de jabalina.
En total, hubo siete finales en el último día de Pekín 2015, otro Mundial de Bolt, otro más con doping y el primero para Kenia.
“Estoy muy orgulloso de mí mismo por haber entrado en el exclusivo club de los tres veces campeones del mundo”, dijo Kiprop tras 3:34,40 minutos de carrera. Su triunfo, por delante del keniano Elijah Motonei Manangoi y del marroquí Abdalaati Iguider, supuso el séptimo oro para Kenia, que además ganó seis platas y tres bronces.
Jamaica, segunda con 7 oros, 2 platas y 3 bronces, logró en la última jornada el oro en el 4×400 femenino. Minutos después, el 4×400 masculino estadounidense salvó el honor de su país en los relevos. El “Team USA” había sido descalificado en el 4×100 masculino y finalizó segundo en ambos relevos femeninos.
La etíope Genzebe Dibaba tenía muchas miradas puestas sobre ella ya que tenía la posibilidad de convertirse en la primera atleta en hacer doblete de 1.500 y 5.000 en unos grandes campeonatos.
Sin embargo, finalizó tercera por detrás de sus compatriotas Almaz Ayana, oro con un tiempo de 14:26,83 minutos, y Sebrer Teferi. “Fue una carrera muy dura. Tuve muchas carreras últimamente y después del 1.500 aquí me lesioné el pie izquierdo”, argumentó Dibaba.
También se apellida Dibaba -aunque no tiene nada que ver con las hermanas Genzebe y Tirunesh- la nueva campeona del mundo de maratón. Mare Dibaba conquistó el primer oro mundialista para Etiopía en el maratón femenino después de un ataque furioso en el túnel de entrada al Nido de Pájaro.
“Estoy muy feliz por haber conseguido el oro”, explicó la ganadora, que recorrió los 42,195 kilómetros en 2:27:35 horas y terminó dando una vuelta de honor casi a ritmo de carrera.
La final de salto de altura masculino prometía emoción y un listón muy alto. Hubo sólo de lo primero, pues hubo un inusual desempate a tres bandas.
Drouin se impuso con una altura de 2,34 metros, mientras que el chino Guowei Zhang y el ucraniano Bohdan Bondarenko, campeón europeo y mundial, compartieron la plata (2,33). Ninguno de los tres superó la barrera de los 2,36, por lo que el listón se rebajó a 2,34.
La gran decepción fue el qatarí Mutaz Essa Barshim, mejor marca del año y subcampeón en 2013, que sólo pudo ser cuarto pese a saltar también los 2,33.
Cuando el estadio estaba celebrando el oro de la local Huihui Lyu en jabalina, llegó la alemana Molitor y en su último lanzamiento, de 67,69 metros, le arrebató el primer puesto del podio.
Tras las finales arrancó la fiesta. Cerca de 50.000 espectadores despidieron los Mundiales de Pekín en una colorida ceremonia de clausura. Lamine Diack dijo adiós como presidente de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) y le pasó el testigo al británico Sebastian Coe, cuya ciudad natal, Londres, albergará en 2017 el próximo Mundial de atletismo.