KING FLYP. UN ARTISTA NUESTRO
Myrna de Escobar
Una pincelada de imágenes recorrió mis oídos al escuchar, Mi Tierra, La nueva canción de King Flyp, un artista nuestro.
La escuché más por curiosidad que por cualquier otra cosa. Aunque no es mi estilo de música, admiro y elogio la valentía y perseverancia del artista por hacerse un lugar en el gusto musical del Pulgarcito, poco dado a apoyar lo nuestro. A diferencia de México, cualquier música pega aquí, menos la nuestra. — No hay apoyo, decía mi tío. ¡Qué gran verdad!
Un grande de la canción nuestra como es Álvaro Torres se marchó en busca del triunfo y la gloria en otro país. Guatemala le abrió las puertas. En el año 1991, participó en el XXXII Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar donde se ganó la admiración del público chileno y latinoamericano y fungió como jurado calificador y se le otorgó el premio Gaviota por los grandes éxitos de su carrera. En 1992, “Nada se Compara Contigo” llegó al número 1 de los Tracks de la Hot Latin Songs de Billboard, como se lee en la publicación de Leidy Puente el 24 de mayo del 2018. En 1993, el artista fue declarado por la Sociedad de Compositores y Editoras BMI de Estados Unidos, como Compositor del Año por su álbum “Nada se compara contigo” La noche del 15 de octubre del año 2002, el cantante y compositor salvadoreño Álvaro Torres ingresó en el Salón de la Fama, en la tercera edición del premio La Musa, celebrada en Miami (EE.UU.) y recibió una estrella en el Paseo de las Estrellas, en la calle Ocho de Miami.
Otros ciudadanos simplemente no se atreven a soñar o les da pena mostrarse por temor al rechazo; King Flyp, por el contrario, nos sorprende e impacta ahora con una canción fabulosa. En mi opinión. En sus inicios, un canal de televisión le brindó a King Flyp, originario de Morazán, una oportunidad de oro, pero su música no brilló, sin embargo, la contundencia de este nuevo sencillo es magnífica. Se me eriza la piel de la emoción. Su estilo coloquial es la voz misma del salvadoreño amante de sus raíces, consciente de que en cualquier otro lugar podría estar mejor, pero nunca dejaría de ser un forastero. Nada es como el terruño, una realidad tan sólo comprendida cuando se está en otra tierra, abandonado a la suerte. De hecho, Abandonado es el título de su primera canción, del año 2010.
La salvadoreñidad del tema no puede menos que ruborizar los sentidos. La letra es rica en metáforas y verdades como nuestra idiosincrasia de ser optimistas, pese a las adversidades.
“Este es un poema a la nación, pa describirlo no me alcanzará una canción”— dice el artista en un rap armonioso y muy creativo. Además de ser un estamento a nuestros orígenes, a la belleza de su gente y a sus ciudadanos esforzados por sobrevivir en una realidad cada vez más desigual.
La calidez de una amena charla en el barrio, después del trabajo y las pupusitas son, entre otras cosas, lo que más anhela un salvadoreño en la distancia, y que mejor que este trozo de melodía para abrazar a nuestros hermanos en la diáspora y mirar en nuestros cimientos con orgullo. Somos salvadoreños y debemos apoyar a nuestros artistas.
Debe estar conectado para enviar un comentario.