Múnich/Alemania/AFP
Alabado por los medios de comunicación, cortejado por las marcas publicitarias: Jürgen Klopp desembarca en Múnich el miércoles con el Liverpool como un icono alemán: el hombre que plantó cara al Bayern cuando era técnico del Borussia Dortmund.
En la ida en Anfield, Liverpool y Bayern empataron con un 0-0 que deja todas las opciones abiertas, incluida una revancha de Klopp sobre los bávaros en Liga de Campeones.
El carismático técnico es el último en haber arrebatado el título al Bayern en Bundesliga, con Borussia Dortmund en 2011 y en 2012. Desde entonces, el equipo de Múnich ha logrado seis títulos consecutivos, y sigue en ruta hacia el séptimo.
Pero también perdió contra el Bayern (2-1) la final de la Liga de Campeones de 2013. El peor recuerdo de su carrera. «No la miré después en video, demasiado doloroso», confiesa el alemán, que perdió el año pasado su segunda final contra el Real Madrid (3-1).
«No hay nada personal, pero cuando nos enfrentábamos a ellos o nos compraban nuestros jugadores, no iba a estar feliz y decir ‘buena idea, se lo voy a llevar e coche’. No era bueno para el Borussia Dortmund, pero forma parte del negocio», explica.
– «Ser excepcionales» –
Desde hace un mes, la dinámica entre los dos clubes se ha invertido. Liverpool perdió el liderato de la Premier League mientras que el Bayern se ha puesto primero de la Bundesliga.
«El Bayern está en una mejor fase que nosotros», admite Klopp en una entrevista al sitio del FC Liverpool, «son de nuevo líderes del campeonato, ganan partidos con un margen cómodo. Han vuelto a la senda del triunfo».
«Reflexiono sobre cómo plantearles los problemas que ningún rival les ha planteado esta temporada (…) Pero debemos ser excepcionales: si hacemos solo un partido normal, no tendremos ninguna posibilidad».
Para su Liverpool versión 2019, este partido es solo una de las batallas que lleva el club en varios frentes, pero puede ser la más crucial: «Diría que la Premier League es más importante para nosotros», asegura el exjugador del Liverpool, Ian Rush, ahora embajador del club, en una larga entrevista a la revista alemana Kicker esta semana.
Vencedor de la Liga de Campeones por última vez en 2005, Liverpool no ha ganado el campeonato desde 1990. La prehistoria para muchos de sus jóvenes seguidores.
– Optimismo para Coman –
Para el Bayern, este duelo de octavos de final es el partido de la temporada.
«Nos jugamos todo», reconoció el director deportivo Hasan Salihamidzic. El gigante bávaro se pasea en la Bundesliga desde hace años y quiere ganar una Champions que se le escapa desde 2013.
Una eliminación antes de cuartos de final sería una novedad desde 2011.
El miércoles, Liverpool recuperará al patrón de su defensa Virgil Van Dijk, suspendido en la ida, mientras que el Bayern se verá privado de Thomas Müller y Joshua Kimmich (suspendidos), y de Arjen Robben (lesionado).
El duelo entre Van Dijk y Robert Lewandowski, actual máximo goleador de la Champions (8 goles), podría ser decisivo.
El polaco, que se convirtió en una estrella a las órdenes de Klopp en Dortmund (ambos se aprecian mucho), es evidentemente una de las preocupaciones del entrenador del Liverpool: «Como siempre con los goleadores, lo mejor es bloquear los pases y los centros que van hacia él, es ahí donde debemos trabajar todos», señala Klopp.
Su homólogo Niko Kovac es optimista sobre la posibilidad de contar con el delantero francés Kingsley Coman, quien no ha jugado desde que sufriera un desgarro muscular el 23 de febrero en Bundesliga.