Por Jan Kuhlmann
Erbil/dpa
Los kurdos iraquíes votan hoy sobre su independencia de Irak en un controvertido referéndum unilateral que rechazan tanto Bagdad como varias potencias regionales, Estados Unidos y la ONU.
Cerca de 5,6 millones de personas estaban llamadas a decidir si la región autónoma kurda se independiza del resto de Irak en la consulta que está contando con una participación muy alta: más del 70 por ciento de los electores con derecho a voto acudieron ya a las urnas, informó hoy la comisión electoral.
Además, la comisión prolongó en una hora el horario electoral hasta las 19:00 horas (16:00 GMT).
«¿Quiere que la región del Kurdistán y las zonas kurdas fuera de esa región se conviertan en un Estado independiente?», es la pregunta que se formuló a los votantes.
Se espera que una gran mayoría vote a favor de la secesión, aunque el referéndum no es legalmente vinculante y los analistas consideran improbable que el Gobierno declare la independencia. Los resultados se darán a conocer el martes.
El presidente kurdo, Massud Barzani, votó vistiendo el tradicional uniforme peshmerga y mostró su dedo manchado de tinta ante las cámaras.
Los kurdos depositaron sus votos en 2.065 colegios electorales en la región autónoma del Kurdistán y en zonas exteriores disputadas como Kirkuk, una de las provincias más ricas en petróleo del país donde se registró hoy un episodio de violencia: un miembro de las fuerzas kurdas, los peshmerga, murió y dos resultaron heridas cuando hombres armados abrieron fuego en la ciudad oriental de Tuz Khurmato, donde se celebraba la consulta.
Una fuente de la seguridad dijo que el incidente tuvo lugar cerca de las oficinas de la Unión Patriótica del Kurdistán, uno de los principales partidos de la región.
Y es que el referéndum enfrentó una gran oposición tanto interna como externa: el Gobierno central de Irak lo rechaza y lo considera inconstitucional y también cuenta con la negativa de los gobiernos iraní y turco.
El vicepresidente iraquí, Nuri al Maliki, dijo hoy ante sus seguidores que el referéndum equivale a «una declaración de guerra a la unidad del pueblo iraquí».
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, amenazó hoy con una intervención militar en el Kurdistán al ejemplo de la que Ankara llevó a cabo en Siria y con bloquear las exportaciones de petróleo que los kurdos de esa región autónoma realizan a través de Turquía. «La válvula la tenemos nosotros. Si se cierra, se acabó», señaló en Estambul.
«Si tiene que ser, no vacilaremos en dar esos pasos también en Irak», dijo Erdogan, que volvió a calificar el referéndum de «nulo» e «ilegal» y aseguró que su país no lo reconocerá.
Además, Turquía continuó y sus ejercicios militares en la frontera con Irak y pidió a sus ciudadanos que abandonen las provincias del Kurdistán iraquí de Dohuk, Erbil y Sulaimaniya. También se mostró preocupada por la situación de los turcomanos, un grupo minoritario del norte de Irak.
El primer ministro kurdo, Nechervan Barzani, sin embargo, aseguró que Turquía no tiene en la región a ningún mejor amigo que los kurdos iraquíes, le citó la agencia de noticias Rudaw. Además, mostró su frustración por las postura de muchos países, así como del Consejo de Seguridad de la ONU.
Ya ayer domingo el presidente Massud Barzani había justificado la consulta argumentando el fracaso de la región de su región con Bagdad y aseguró a Turquía e Irán que será un factor de estabilidad en la región.
Irán, por su parte, cerró su frontera con el norte de Irak a petición del Gobierno de Bagdad, tras haber cerrado el domingo su espacio aéreo de la zona. Sin embargo hoy hubo informaciones contradictorias sobre si un paso fronterizo había vuelto a abrirse.
Tanto en Turquía como en Irán y en Siria hay minorías kurdas y se teme que este referéndum les anime a intentar independizarse.
Además se oponen al referéndum tanto la ONU y Estados Unidos, un importante aliado de los kurdos del norte de Irak. La ONU advirtió sobre el «efecto potencialmente desestabilizador» de la votación, mientras que Estados Unidos alertó de que podría avivar las tensiones regionales y desviar la atención de la campaña para expulsar al grupo terrorista Estado Islámico de Irak y Siria.
El único país en apoyar el referéndum fue Israel. «El pueblo judío sabe lo que es luchar por una patria. Los kurdos tienen derecho moral a tener un Estado. Les deseo suerte», dijo Yair Lapid, líder del centrista partido Yesh Atid de Isrel, en su cuenta de Twitter.
Amna Mohamed, funcionaria kurda de 46 años, pidió a los otros países que respeten la decisión y cesen en sus amenazas. «Esto no es un referéndum normal, es un punto de inflexión en nuestra historia y en la historia de la región y del mundo», afirmó.
«He esperado este día histórico durante mucho tiempo. Mi sueño es ver al Kurdistán como un país independiente cuya gente vive libre, segura y en paz», explicó a dpa Haji Mohamed, de 68 años, uno de los kurdos que hoy votan.
«Votaré ‘sí’ a un Kurdistán libre, independiente. Hoy representa la victoria y salvación del Kurdistán de la injusticia y el genocidio», señaló otro votante, Saman Abdullah, de 24 años.
A finales los años 80, las fuerzas del presidente iraquí Saddam Hussein atacaron brutalmente zonas kurdas, en ocasiones con armas químicas. La zona se convirtió en una región autónoma en 1992.
También Jalil Sarioka Martani, un cristiano de 52 años, apoya la independencia. «Me ha hecho feliz ir a votar». «Nadie como los kurdos nos ha dado protección y derechos así a los cristianos».
El líder del partido kurdo iraquí Gorran, Omar Ali, también se pronunció por el sí pese a los llamamientos previos del partido a posponer la votación, le citó la red de televisión kurda Rudaw. El partido es uno de los principales movimientos opositores a Barzani y jutno al Grupo Islámico había llamado a postergar la consulta.