Quien a sus más de 15 años de edad aprende a leer, escribir y un poco de matemática, da fe de su inmensa satisfacción por obtener un logro que es irreversible; si lo que se aprende se practica y sobre todo si se aplica en la vida diaria, si siente que le sirve, continua disfrutando las diferentes maneras de aprender, y si lo asocia con su propia felicidad; entonces se habla de haber generado impacto en la vida del ser humano, en el ámbito individual como social.
Los testimonios así lo confirman y es lo que justamente ayuda a ver hacia adelante y a reafirmar compromisos con una visión compartida, con el pleno convencimiento de que lo que se hace en alfabetización sí vale la pena y es un avance importante en términos de saldar una deuda social e histórica con una población que a lo largo de los años ha sido excluida del sistema educativo.
El pasado 8 de septiembre se conmemoraron 50 años desde que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) proclamó oficialmente el 8 de septiembre como Día Internacional de la Alfabetización; para este año el lema del Día de la Alfabetización fue “Leyendo el pasado, escribiendo el futuro”.
Al cierre del 2015 El Salvador ha bajado a 10.90% el índice de analfabetismo, que equivale aproximadamente a un punto porcentual al año desde que se inició con el Plan Nacional de Alfabetización (PNA). Actualmente la tasa de analfabetismo nacional ronda el 10.9%, del cual 10.17% es masculino y el 11.51% femenino; para este año la meta del PNA es bajar dos puntos porcentuales más. A escala nacional funcionan 9 mil 887 círculos de alfabetización, atendidos por 9 mil 875 personas voluntarias estudiantes de tercer ciclo y bachillerato.
Hasta la fecha, ya son 56 los municipios declarados libres de analfabetismo, sin embargo aún se tiene 413 mil 885 personas en condición de analfabetismo, por lo que se deben redoblar esfuerzos para lograr que dentro de tres años el país entero sea declarado como una nación libre de analfabetismo.
En este contexto, celebrar cada 8 de septiembre el día internacional de la alfabetización significa tener la posibilidad de reflexionar a profundidad en temas que despierten mayor interés a las personas que por hoy se encuentran en condición de analfabetismo, significa una oportunidad de poner al descubierto los avances y logros alcanzados día con día, nutriendo el camino recorrido con la historias de vida de personas que han sido alfabetizadas y que reconocen en este proceso un cambio significativo de vida, es un momento propicio para fortalecer el diálogo fecundo entre diversos actores que luchan continuamente por el cumplimiento de este derecho humano fundamental como lo es la educación.