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José Francisco Botello, F.R.C.
Gran Maestro de la Gran Logia de Habla Hispana para las Américas (De la Revista El Rosacruz, Octubre-Noviembre y Diciembre de 2017)
Cambiando hacia el mejoramiento o hacia la Destrucción
En la Naturaleza el equilibrio no existe, sino que más bien es un constante movimiento, un cambio hacia el mejoramiento o hacia la destrucción. Así tenemos que en el Universo nada “es”, más bien todo lo manifestado está pasando de un estado a otro. La energía del Universo busca distribuirse en todo el espacio, de la mayor estabilidad a la mayor dispersión, dando lugar al gran desorden, al caos, esa es la ley, la ley de la entropía. Cuando el grano ya podrido en la tierra parece muerto es que la energía de la vida se lanza del caos que lo encerraba y manifiesta una planta. Para una nueva creación es preciso que una fuerza desequilibrante actúe, provocando un movimiento que deberá, posteriormente, ser aprisionado por una nueva forma.
Esta energía responsable de producir nuevas manifestaciones se manifiesta en forma de espiral. Los griegos le dieron a este movimiento circular-espiral el nombre de “euroboros” y su contenido representa el caos primordial a partir del cual nuestro Universo fue creado. El Caos, para los antiguos tenía forma circular-espiral. Según las ideas de los antiguos, es un principio desordenado donde las fuerzas se encuentran en perpetua belleza y conflicto continuo.
La energía cósmica en su eterno movimiento circular crea misteriosamente los ciclos cósmicos, el día y la noche, las estaciones, la encarnación y la muerte, el ascenso y la caída de las civilizaciones a través de la historia y así sucesivamente. Como seres humanos debemos estar en armonía con estas fuerzas creativas y constructivas para poder alcanzar la tan deseada Paz Profunda. Nos dice nuestro Venerable Imperator, Chistian Bernard “La armonía es la hermana de la Paz y para ello, la Armonía integra tres niveles de expresión, que son diferentes pero se complementan al mismo tiempo con nosotros mismos, con los demás y con la Naturaleza”.
La Tierra es el vehículo
del Alma Universal
En esta ocasión me referiré únicamente a la armonía con la Naturaleza. Esa transformación que realizan las energías cósmicas a través de la Naturaleza es lo que llamamos “alquimia de la Naturaleza”. Nunca debemos olvidar que la Tierra es el vehículo del Alma Universal, tal como se manifiesta en todos los Reinos de la Naturaleza, por lo cual debemos armonizarnos con su energía .muchos ignoran los fenómenos de la Naturaleza y se desarmonizan a razón de no poder comprenderlos e ignoran que las vibraciones invisibles del ritmo cósmico están divididas en ciclos manifestados en forma espiral.
Según nuestro pasado Imperator, el Dr. H. Spencer Lewis, “Toda la energía del Universo, sea cual fuere su naturaleza, no tiene más que una sola fuente, pero en sus emanaciones y radiaciones se dividen en diversas fases de ondulaciones que los Rosacruces llamamos vibraciones. Los acontecimientos de la Naturaleza tienen múltiples ciclos pero a corto tiempo tenemos un ciclo mayor, es decir, un año solar y un ciclo menor, que es de un día solar. Entre estos dos ciclos se encuentran cuatro períodos bien definidos de cambios naturales a los cuales llamamos estaciones. Estos ciclos comienzan y terminan en los solsticios y los equinoccios. Es justo al final del período comprendido entre el solsticio del mes de Junio y el equinoccio del mes de Septiembre que la Naturaleza presenta energías muy fuertes que en el Hemisferio Sur se manifiestan como el final del invierno y el comienzo de un período de renovación de la Naturaleza.
