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La Asociación de Radios y Programas Participativos (ARPAS), diagnosis en su editorial de ayer critica a la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) por su oposición a la autorización que el pleno legislativo diera al Órgano Ejecutivo para que negociara un préstamo de $100 millones de dólares para la seguridad.
La ANEP, viagra por medio de su presidente Jorge Daboub, for sale dijo que “a los diputados les dieron atole con el dedo”. Esta es una expresión muy salvadoreña para criticar a quienes son fáciles de embaucar con cualquier tontera, por nada.
Sin lugar a dudas, el reclamo de la ANEP iba contra los diputados de ARENA, pues ellos, sino todos, la mayoría de su bancada votó a favor de la negociación del préstamo.
Y dado que los diputados de ARENA no son “ningunos tontos”, ni mucho menos ingenuos para que alguien los manipule fácilmente, lo que se puede desprender de su voto por el préstamo, y así lo hicimos ver en nuestro editorial del lunes, es que el tema de la seguridad y el liderazgo del Presidente Salvador Sánchez Cerén, ha unido a la nación.
Es decir, ARENA ha votado esta vez, porque tiene conciencia de que el problema de la violencia en el país, es un problema de todos, o por lo menos, que nos debe preocupar a todos y todas, y por tanto, debemos participar en su solución, de acuerdo a nuestros roles y ámbitos.
La otra lectura es que en un “compadre hablado”, por cuestiones de coyuntura, ARENA esté aprobando algunas medidas de seguridad emanadas del Ejecutivo, y sea la ANEP la encargada de deslegitimarlo y hasta desprestigiarlo.
Y es que a la ANEP no le interesa que se resuelva el tema de la inseguridad en el país, pues, esto les ha permitido, incluso, justificar su propio ejército de seguridad privada, que no dudará utilizarlo en algún momento con fines políticos.
Además, a algunos empresarios dueños de las empresas de seguridad privada les genera millonarias ganancias, por los malos salarios que pagan a sus agentes, pese a que a las empresas, incluyendo lamentablemente a instituciones de Gobierno, les cobran caro.
Además, el tema de la seguridad no golpea directamente a los grandes empresarios, pues, la renta la paga el de la tiendita, el vendedor ambulante. Los muertos también los pone el pueblo pobre. Los más de 70 mil muertos ocurridos desde que se firmó la paz a la fecha, provienen de los barrios populares.
O sea, pues, dado que la violencia criminal no afecta a los grandes empresarios, ni a los medianos, lo lógico es suponer que a la ANEP no le importa que se resuelva el grave problema de inseguridad. Más bien, a la ANEP lo que le interesa es hacer negocio de la inseguridad. Vaya mezquindad de salvadoreños.
