@BeatrizCoLatino
La Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP) realizó ayer un conversatorio sobre la “Palabra, pharmacy pensamiento y obra de Monseñor Romero”, nurse en el marco del 34 aniversario del magnicidio.
Monseñor Romero fue asesinado el 24 de marzo de 1980, cuando oficia una misa en la capilla del hospitalito de la Divina Providencia, y ayer se cumplió un aniversario más de su martirio.
Jaime Martínez, director de la ANSP, aseguró que este tipo de eventos se han institucionalizado a partir de la presente administración, que inició con el mandato del Presidente Mauricio Funes.
“Llevamos ya cinco años conmemorando, no el magnicidio, sino la obra, palabra y el ejemplo de Monseñor Romero”, explicó el director de la ANSP. En la celebración participaron alumnos, personal docente, administrativo y Policial de la ANSP.
Martínez señaló que es importante que los “hombres y mujeres que se están formando como policías, que tienen el deber fundamental de proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades de todas las personas, conozcan la vida, obra y pensamiento del hombre más insigne del país”.
Reiteró que Monseñor Romero, sin duda, fue la persona que mejor “supo defender los derechos de la población y de los más humildes, de los pobres y masacrados que no tenían quien los defendiera”. “Creo que Romero es un gran ejemplo para cualquiera que tenga como función la protección de derechos de otro”, dijo el director de la ANSP. Mientras que los panelistas invitados: Monseñor Ricardo Uriostes, presidente de la Fundación Romero; el diputado David Martínez, y la ex magistrada Mirna Perla coincidieron que a pesar de su muerte, la palabra de Romero sigue viva.
El director de Diario Co Latino, Francisco Valencia, quien fungió como moderador, preguntó a los panelistas porqué la palabra de Monseñor Romero no muere 34 años después de su asesinato, a lo que la primera panelista, Mirna Perla, respondió que fue por su cercanía y defensa por los más pobres.
Perla recordó que los gobiernos anteriores prohibían hablar del mártir, hoy con la administración del Presidente Mauricio Funes se le rinde homenaje y se destaca la labor de Monseñor Romero. Mientras que Monseñor Ricardo Uriostes, respondió que la palabra de Romero no era su palabra, sino la palabra de Cristo y es “dónde él aprende como ser, como actuar y como ver la realidad y los pobres, porque mira el ejemplo que Jesús nos ha dejado en su vida pública”. Monseñor Uriostes recuerda que en los apuntes de Monseñor Romero, cuando tenía 25 o 20 años, se lee: “que los pobres son la encarnación de Cristo, no porque sean buenos, sino porque tienen necesidad”. El presidente de la Fundación Romero dijo que 34 años después de la muerte de Monseñor Romero “se siguen leyendo sus homilías. Yo no sé de ningún otro Obispo que la gente siga detrás de sus homilías, no solo en El Salvador, sino en el Mundo entero”.
“La persona que quiere hacer algo por este país, debe de ir donde está el sufrimiento y aliviar ese sufrimiento”, reitero.
Fue en el año de 1970 cuando Monseñor Romero es nombrado Obispo Auxiliar de Monseñor Luis Chávez y González. Y el 3 de febrero de 1977, se le nombró como Obispo de la Arquidiócesis de San Salvador. Anteriormente había estado al frente de la Diócesis de Santiago de María. Era un comunicador nato. Eso quedaba claro en cada homilía dominical, cuando estaba en el cargo de Arzobispo, desde donde sus mensajes llegaban al más humilde y eran escuchados también por sus enemigos, a quienes irritaba con las palabras de verdad que expresaba desde el púlpito.
Los que le conocieron los recuerdan como una persona humilde y muy apegado a su fe y a Dios.
La ex magistrada Perla reveló que conoció en la iglesia el Rosario, en San Miguel, cuando ofrecía la doctrina a los niños y niñas que se preparaban para la Primera Comunión. Siempre buscó hacer conciencia y que se debía luchar por los más pobres, dijo.
Mientras que el diputado del FMLN y ex sacerdote, David Martínez, otro de los panelistas, dijo que Monseñor Romero gozaba de una “profunda formación teológica, bíblica”.
De acuerdo a información en poder de Diario Co Latino, entregada por fuentes que estuvieron próximas a los círculos de d’Aubuisson, aseguran que el francotirador, es decir, el responsable de disparar contra Monseñor Romero, fue el subsargento de la extinta Guardia Nacional (GN), Marino Samayoa Acosta.
De acuerdo con la información, fue Mario Molina, hijo del ex presidente Molina, quien sugirió al tirador. La orden del asesinato fue dada, según la Comsión de la Verdad, por el fundador del partido ARENA y de los Escuadrones de la Muerte, Roberto d´Aubusisson.
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