La dirigencia de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) manifestó, recientemente, su beneplácito por el rumbo que está tomando la economía del país, lo que sin lugar a duda es una buena noticia para todos. Por una parte, porque si se está reactivando la economía, entonces se están recuperando los empleos que se perdieron el año pasado por la pandemia y, por la otra, porque el Fisco recogerá lo suyo en conceptos de impuestos, sobre todo del IVA, dado que incrementará el consumo.
La gremial de los industriales asegura, entonces, que se ha dado una recuperación importante de empleos luego de la caída del año pasado, y de que ya se registran 180,000 trabajadores cotizantes debidamente registrados y que solo hay 7,116 puestos que no se han recuperado respecto a diciembre de 2019. Debido a la paralización de la economía por la pandemia de la COVID-19, el impacto principal lo recibieron los trabajadores, pues dejaron de participar en sus actividades laborales, y con ello, dejaron de recibir sus salarios, de ahí que 2020 fue un año de retroceso económico. El 2021 se ha planteado desde el sector empresarial como el año de la recuperación económica.
El enfoque de la recuperación es el más indicado, independientemente de que eso signifique un crecimiento económico sin el cual no podría enderezarse la economía. Las entidades de Gobierno, como el Banco Central de Reserva, lo ven con mucho más optimismo, cuando destacan el crecimiento posible para finales del presente año, que podría rondar del 3.5 al 4 %, cifra que incluso comparte el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero no hay que perder de vista que en 2020 hubo un decrecimiento de menos 8 %, por lo que cualquier cifra de crecimiento en el presente no es otra cosa más que recuperación.
Si se toma de esa forma realista la cifra económica, eso permitiría que se planteen estrategias acertadas para la recuperación total a las cifras con las que se terminó el 2019, y solo entonces hacer las proyecciones del verdadero crecimiento económico. Desde la perspectiva del Gobierno, la dinamización del comercio y la industria podría plantear un crecimiento entre el 5 y 6 % para este año, así lo cree el BCR, y los industriales también se lo creen.
Hay aspectos puntuales del comportamiento de la economía en el presente año como “La industria digital, que está creciendo mucho en el país. Hay empresas cien por ciento nacionales que exportan a instituciones como la NASA. Hay otras empresas que trabajan con líneas áreas de carácter mundial en temas sensibles para la calidad de servicios que ofrecen, vamos muy bien”, afirma la ASI.
Hay que esperar que los otros rubros se reactiven, como la Agricultura y la Ganadería. Ambas se han visto amenazadas, no solo por la paralización que supuso la pandemia, sino porque debido a esta el Gobierno estuvo importando millonarias sumas de alimentos para distribuirlos durante la pandemia a casi dos tercios de la población salvadoreña.
Hace aproximadamente un mes, el Gobierno recibió varias toneladas de alimento, que dijo entregaría a cada familia en los 262 municipios del país. Y si el Gobierno continúa entregando alimentos, sobre todo a las familias en extrema pobreza, aunque los dos millones de personas consideradas en pobreza (el 7.3 % en extrema pobreza) requieren la misma atención del Gobierno. De ahí que, si el Gobierno tiene los recursos para seguir contribuyendo con “bolsas solidarias”, esta ayuda debería estar fundamentada en políticas de reactivación de la agricultura y la ganadería, con lo que ganaría el país en su totalidad.