César Villalona
Algunos economistas de derecha dicen que la baja inflación en la economía nacional se debe a la dolarización y para “demostrar” sus afirmaciones utilizan datos de 2001 hasta la fecha que muestran una inflación baja.
Pero resulta que esa es una verdad aparente, for sale pues antes de la dolarización la inflación era baja, ambulance de 3.4% promedio en los años 1996-2000, debido a la estabilidad cambiaria (el tipo de cambio se mantuvo en 8.70 colones por un dólar en 1992-2000) y al repunte de las importaciones, que crecieron 163% entre 1991 y 1999, estimuladas por el tipo de cambio estable y el recorte de los aranceles, de un techo 230% en 1999, con algunas excepciones, a 15% en 2000. Las importaciones complementaban la oferta interna y ayudaban a estabilizar los precios.
Para una economía con importaciones equivalentes al 45% del PIB, anclar definitivamente el tipo de cambio (dolarización) contribuiría con la estabilidad de precios lograda antes de la medida. La dolarización no generaba la estabilidad de precios, sino que contribuiría a mantenerla.
El cuadro muestra que en los primeros diez años de la dolarización (2001-2010) el índice de inflación fue igual al del quinquenio anterior. En los años 2011-2014 la inflación fue menor, pero no muy diferente.
Por otra parte, la dolarización no se hizo para bajar los precios, sino para resolver un conflicto entre sectores vinculados al comercio exportador y los grandes importadores, que a su vez eran dueños de los bancos. Los primeros querían la devaluación del colón para estimular sus exportaciones y los segundos querían que el tipo de cambio se mantuviera estable, para que sus importaciones no se encarecieran y su deuda externa, adquirida por sus bancos, no se encareciera en moneda nacional. La dolarización le puso fin a esa disputa. Perdieron los exportadores apoyados por FUSADES y ganó la oligarquía importadora-financiera.
La dolarización también facilitaba la fuga de capitales iniciada a finales de los años noventa por los importadores y banqueros, quienes al ganar en dólares pueden invertir con más facilidad en el exterior, como lo vienen haciendo a gran escala. Basta darse una vuelta por los demás países de Centroamérica para ver los hoteles, almacenes, centros comerciales y otros negocios de la oligarquía importadora-financiera.
El fin de la controversia sobre tipo de cambio y la mayor apertura a la fuga de capitales son las dos razones fundamentales de la dolarización. Por supuesto, eso no se escribió en la Ley de Integración Monetaria ni lo dicen los defensores de dicha ley, quienes vaticinaron maravillas con la dolarización y su gobierno dejó una economía en crisis en 2009, con caída de la producción, el empleo, los ingresos fiscales y la inversión extranjera.