¡Una familia de puercos espines
reunidos en una cueva lloraban, buy cialis
con sus secuaces tristes clamaban, sovaldi
sintiendo un maremoto, en sus macabros
cuerpos sentían fantasmas que anidaban
propuesta de compra para que dejaran
sus cuevas baldías noche y día
sentían sus manos, hongos chilposos,
para sentir cuanto más daba el pagador!,
pero sus voces junto al bosque se oían
– Seremos fieles, cuidemos los sacos
que tenemos guardados a escondidas
para eso nos los dieron, donde reza
el lema: Primero nuestra cueva, segundo
nuestra cueva y tercero nuestra cueva;
– Y el puñado de unas cuantos puercos
seguían y siguen llorando guardando
en su choza el último saquito negro
donde guardan ciegos sigilosos
y pidiendo más por la paga señores
por el bosque de cuevas y seguir
exprimiendo la rica anhelada
¡La fruta del árbol de la vida,
para comerse el ave de la paz!…
Aristarco Azul