Mauricio Vallejo Márquez
coordinador
Suplemento Tres mil
El padre Campos había suspendido la barra, search así que me parecía lejano hacer realidad el sueño de ser jefe de barra (JB) en el colegio, unhealthy era 1995. Pero siempre llega un momento en que las cosas toman su curso, capsule la promo del 96 hizo la barra de forma clandestina, en vez de las tradicionales chumpas usaron unas pañueletas amarillas. Sin embargo, en 1997 logramos que nos autorizaran la barra. Recuerdo que recorrí todos los salones para recaudar fondos, firmas y todo eso que se necesitaba. Se escogió en cada grada a los compañeros que eran más llevaderos y en cosa de una semana habíamos formado la barra con todo y sus jefe de Jefes (JJ).
Comenzamos a elaborar canciones, a reunir dinero para las chumpas y gorras. Ahí vimos la solidaridad, algunos compañeros no reunieron el dinero, pero hicimos el esfuerzo y logramos comprarlas todas. El día de los intramuros queríamos estrenarlas, pero no había señales de que las iban a tener listas, así que junto a Cardoza, Alfaro, Martínez y Figueroa nos fuimos a hacer campamento hasta que nos las dieron. Llegamos todos desvelados a los intramuros, pero llevamos las chumpas. La conseguida de barriles es otra historia, un cúmulo de verdaderas aventuras. Conseguir uno de esos no era tan fácil y la idea era que todos tuviéramos barriles. El colegio nos dio la pintura para ellos. Y siempre íbamos a la imprenta nacional a conseguir viruta.
Pero lo que no me imaginé es que el tiempo puede separarte de un lugar, pero no lo que hiciste.
Es curioso como uno puede mantenerse en un lugar gracias a una creación. Cuando fui JJ de los JB en el CCC me dio por hacer varias composiciones para alentar el espíritu CCC, Una de ellas era con el ritmo de la bala (La cumbia famosa) que se resumía en un estribillo sencillo: “Un, dos, tres… y grita… Un, dos, tres… Cristóbal… vamos, vamos Cristóbal que tú tienes que ganar…”, entre otras. Bueno, pasó el 1997 y con ese año pensé que igual muuuuuucho de esas ocurrencias, paquines, dibujos, bromas y ocurrencias que hacíamos se iban al baúl de los recuerdos… Pero NO!!!! En fin, tengo a mi hijo estudiando ahí y me contó el miércoles que esas canciones que yo le cantaba recordando esos años las cantan los del bachillerato (con sonrisa incluida) y que además es muy común, sobre todo en las fiestas o celebraciones como en este mes que celebran a San José. Seguramente la mayoría de estos niños no saben que yo la compuse ni les debe importar, porque la viven. Lo importante es que algo que uno hizo está vivo y anda su propio camino sin ayuda, como decía Machado acerca de las coplas, hay que procurar que vayan al pueblo a parar.
Vaya cosa, me dije. Como siguen vivas las ocurrencias que hicimos por placer en esos años cuando hicimos realidad un sueño. Siempre recuerdo con cariño mi Cristóbal Colón y a todos mis compañeros que por cosa del destino tal vez no los vea pero los sigo queriendo como hermanos, de qué otra forma podría ser si compartimos tantas cosas, juntos.