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LA CALLE NOS RECLAMA

Henry Fino

Las demandas populares han tenido en todo el mundo la calle y la plaza pública como escenarios. Es donde la población expresa la inconformidad de algunas decisiones o medidas con las que no está de acuerdo, por diversos motivos.

En países vecinos ha sido tal la expresión de la ciudadanía que ha conseguido renuncias de presidentes o revertir medidas gubernamentales.

En nuestro país han sucedido cosas graves y la ciudadanía ha sido tímida para expresarse o temerosa, pero las condiciones en las que estamos viviendo nos demanda que seamos responsables y adoptemos acciones para hacer sentir nuestra voz.

Se conocen actos de corrupción y la ciudadanía los pasa desapercibidos o en su defecto los comenta y condena en redes sociales unos días y frente al ataque del ejército de troles e influencer tendenciosos, se acalla esa voz, muy a pesar de que se están apropiando del dinero de todos y todas.

Se conocen de sueldos exorbitantes de funcionarios y funcionarias y la ciudadanía no solo no los cuestiona, sino que quizás muchos/as llegan a justificarlo, y que frente a esos salarios tan altos tenemos las carencias de insumos en los servicios que se prestan o deficiencias en la calidad de los mismos.

Se desalojan sin alternativa a más de 5 mil vendedores del centro histórico de San Salvador y muchos felices porque pueden ir a tomarse una selfi a la Iglesia El Calvario o pueden ir a medianoche a la nueva biblioteca nacional, sin caer en la cuenta que son más de 5 mil familias quizás que quedan sin una fuente de ingreso, y esto porque los desalojaron sin alternativa donde instalarse y conseguir ingresos para sus familias.

Se divulga la deuda a favor de la UES que limita el acceso a la educación de la población con menos recursos, deuda que niega la educación de sus hijos y deteriora la calidad de la misma, sin embargo volvemos nuestra vista a que el campus está siendo usado como hotel de periodistas y deportistas de eventos de belleza o de los juegos centroamericanos y del caribe,  y nos dicen que eso contribuye con el turismo y los ingresos favorece a todos/as, pero hasta hoy no se ve donde esta este beneficio.

Se reeligió el ciudadano Nayib Bukele violando la Constitución de la Republica y fue votada esa candidatura masivamente, no por haber tenido tantos votos a favor la hace constitucional.

Se escucha el discurso en la ONU con tantas irrealidades y no se pide explicación de tal discurso o al menos que se diga de que país se está hablando

Los precios de los alimentos han subido tanto que la ciudadanía ha tenido que disminuir la cantidad de alimentos, en frecuencia, como la calidad de estos. Cuando se le pregunta por cualquier medio a la ciudadanía cómo ve la situación en el país contesta que bien o muy bien, e inmediatamente se le consulta sobre los precios de los alimentos y los salarios responde con mucha espontaneidad, mal muy mal.

El pasado 30 de septiembre se presentó el proyecto de presupuesto y en cumplimiento del ofrecimiento del 15 de septiembre, se presentó sin que haya necesidad de prestamos para financiarlo. Bueno y malo. Bueno en el sentido de que debemos acomodarnos a los ingresos, no gastar más de lo que tenemos, los préstamos en sí mismos no son malos, lo malo en nuestro país es el desmedido endeudamiento y los fines para los que se adquiere deuda pública.

Resultó Malo el presupuesto sin deuda porque disminuye presupuestos a los servicios a favor de la población más desfavorecida.

Se suprimen plazas, 3727, pero además no se cumplirán con obligaciones que en leyes especiales tiene el Estado con los/las trabajadores de educación y salud, por mencionar algunos. Solo en el sector salud se suprimen 1119 plazas.

Esta supresión de plazas nos pudiera entusiasmar si estas son de las plazas fantasmas, si las hubiera, o innecesarias. Pero en ambos servicios se ha divulgado la carencia de personal para su prestación, a diario se escucha que no hay profesores en las escuelas que atiendan a los/las estudiantes o que uno tiene a cargo simultáneamente 2 ó 3 grados, o que le suspendieron la cirugía porque no hay quien la haga o que un médico general le dio la consulta especializada.

Nos entristece porque esta disminución en el presupuesto no solo afectará la prestación del servicio por el personal especializado, sino la calidad. No es secreto que la ciudadanía se queja que no hay insumos en los hospitales o medicamentos o que la cita médica se la han dado para dentro de varios meses, quizás ya no alcance a llegar,  o la tardanza en la entrega de los 2dos. uniformes que al final saber si se los darán a los/las estudiantes.

Los ministros de Justicia y Seguridad Pública, Gustavo Villatoro, y de la Defensa Nacional, Francis Merino Monroy, dijeron respectivamente que Justicia y Seguridad Pública tiene en el presupuesto $604.54 millones. De ese total, $439.34 millones se destinarán a la Policía Nacional Civil (PNC). Que Defensa Nacional requiere de $261,429,393 para el siguiente ejercicio fiscal. De ese monto, $213.4 millones serán invertidos en remuneraciones, $36.4 millones en bienes y servicios, $2.2 millones serán para transferencias y $2.5 millones en inversiones.

¿En “el país más seguro del mundo” se necesita una inversión tan alta como la mencionada sacrificando la educación y salud para la población?

Estos hechos que no son coherentes con el discurso que oímos y vemos en los medios de comunicación y redes sociales, demanda de la población una expresión de inconformidad, en otros países por menos de lo dicho los gobiernos han tenidos consecuencias, obligándolos a rectificar por la protesta de la ciudadanía, ¿y en nuestro país?, seguiremos dejando pasar todo esto sin expresar nuestra inconformidad?

En nuestro país ¿no pediremos que nos rindan cuentas a fin de que los/las funcionarios rindan cuentas de sus decisiones?, en nuestro país seguiremos viendo menos comida en nuestras mesas y no demandaremos medidas económicas que nos garanticen a nosotros/as y nuestros hijos/as una vida digna, con educación, alimentación y salud?

Quizás en este siglo la calle no sea el único medio de expresar nuestra inconformidad, de lo que si estoy convencido de que debemos manifestar nuestra opinión frente a la realidad que nos golpea y como no solo golpea a uno o dos salvadoreños/as, sino a varios miles, sino millones, pues esos mismos debemos manifestarnos, expresarnos, protestar, en la constitución está garantizada la libertad de expresión y la protesta es el ejercicio de esta.

Tenemos una buena oportunidad, se ha divulgado que el próximo 19 habrá una marcha, que bueno sería que la ciudadanía cada uno por lo que quiera se manifieste, que los que demandan la libertad de los inocentes detenidos por el régimen de excepción, lo hagan, que las víctimas de los desfalcos de COSAVI y ACOMATIC lleguen y demanden justicia por que les robaron sus ahorros.

Que los que tenemos menos comida en la mesa por los altos precios de los alimentos lleguemos y demandemos medidas económicas que nos garantice para nuestros hijos alimentos en cantidad y calidad, que los que consideren que el presupuesto presentado viola sus derechos laborales lleguen y demanden el respeto de sus derechos.

O los padres que creemos por ese mismo presupuesto les niegan el derecho a la educación a nuestros hijos/as en calidad y cantidad, o los que estamos convencidos de que en los hospitales no habrán medicamentos,  o médicos y médicos especialistas que nos garanticen el derecho a la salud lleguemos y demandemos el respeto a  nuestros derechos de educación y salud, o los estudiantes de la UES o jóvenes que no han podido ingresar a la misma por la deuda a su favor o porque le dieron el mismo presupuesto de este año lleguen y exijan no solo el pago de lo adeudado, sino un presupuesto justo y necesario para la única universidad estatal y de tanta trayectoria en calidad.

O porque creo que los salarios de los funcionarios, quienes ganan 1, 5, 7, 40 o más miles es una bofetada para los que ganamos un salario mínimo que no nos alcanza ni para pagar los servicios básico, protestemos. Tenemos mucho porque marchar, no nos quedemos sin hacer sentir nuestro pensamiento, nuestras necesidades y demandar de los funcionarios explicaciones y que cumplan con sus funciones que es trabajar en beneficio y por todos y todas.

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Por: Nelson de Jesús Quintanilla Gómez Sociólogo, Doctor en Ciencias Sociales [email protected], Ente el 3 …