Antonio Valencia
La Catedral de Sal de Zipaquirá, también conocida como la Primera Maravilla de Colombia, se ha convertido en un recorrido infaltable en el departamento de Cundinamarca. La importancia de este sitio turístico a nivel mundial lo convirtió en un espacio alternativo, que se traduce a un universo subterráneo en el que los visitantes encuentran 8.500 metros cuadrados de una rica colección artística, donde la delicadeza del arte y la rudeza del trabajo minero tienen como resultado esculturas talladas sobre sal y mármol en un ambiente arquitectónico, cultural y natural.
Esta impresionante obra ocupa el segundo lugar de culto más impresionante del planeta, entre los 20 sitios la Primera Maravilla de Colombia compitió con sitios turísticos y templos de reconocimiento mundial como: La Gran Mezquita Sheikh Zayed en Abu Dabi, El Partenón de Atenas, La Catedral de Notre – Dame de París, La Capilla Sixtina en la ciudad del Vaticano, entre otros que hicieron parte de esta publicación del buscador más importante de la web, Google. Y para estos días, la Primera Maravilla de Colombia se prepara para vivir la Semana Santa de una manera única, con nuevas experiencias y celebraciones para turistas, quienes se sumarán a esta importante fecha, en la cual se busca romper el récord de visitas de las últimas décadas.
Yenny Páez, Gerente general de la Catedral de Sal de Zipaquirá, afirmó: “La Catedral de Sal de Zipaquirá como joya arquitectónica, cultural y religiosa, invita a vivir la Semana Santa, donde los espectadores tendrán la oportunidad de vivir toda una experiencia 180 metros bajo tierra con una Catedral con conectividad segundo a segundo”. La Catedral de Sal de Zipaquirá cuenta con una variedad de experiencias como BiciExperiencia, el show de mapping, la visita a museos, el espejo de agua, la ruta del minero, muro de escalar, gastronomía 180 metros bajo tienees, SPA y las mejores esmeraldas del país, convirtiéndola en un destino turístico con planes para toda la familia.
La increíble Catedral, situada a 50 kilómetros al norte de Bogotá, capital de Colombia, lleva la arquitectura religiosa a límites insospechados. Una maravillosa construcción moderna realizada por Roswell Garavito Pearl en los años noventa. Se encuentra a 180 metros bajo tierra, en el interior de una mina de sal que ha sido explotada desde 1801, dentro del parque de la Sal de Zipaquirá, en el departamento de Cundinamarca.
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