Antonio Valencia
La Primera Maravilla de Colombia, la Catedral de Sal de Zipaquirá, recibió el Sello Dorado, marca Cundinamarca, en un acto protocolario en el Salón de Gobernadores, un distintivo que resalta el departamento ante el mundo, junto a las prácticas sostenibles y la capacidad de adaptarse a los cambios, promoviendo así el desarrollo económico, cultural, histórico y turístico de la región.
«Este reconocimiento nos motiva a seguir trabajando en el mejoramiento e innovación de los productos y servicios de la Primera Maravilla de Colombia, y así impulsar el desarrollo del sector turístico, es un honor para Catedral de Sal ser embajador honorario de nuestro departamento y trabajar para que más visitantes nacionales y extranjeros se maravillen con las riquezas naturales y arquitectónicas de Cundinamarca» agregó Yenny Páez Sabogal, gerente de Catedral de Sal de Zipaquirá.
Además, este universo subterráneo también fue una de las tres entidades del departamento designadas como ‘embajador honorario’ de la marca, por ser un orgullo de Cundinamarca, en este caso por promover el sentido de pertenencia y aportar al desarrollo regional en diversas áreas. Por esta razón, la ciudad salinera se convierte en una maravilla contribuyente al desarrollo departamental.
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