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Roma/Italia/AFP
¿Un ejemplo de maldición? El arquero legendario de la Juventus Gianluigi Buffon (40 años) nunca ha levantado el trofeo de la Liga de Campeones, y probablemente dio el adiós definitivo el miércoles a la reina de las competiciones de clubes después de ser expulsado en la eliminación de su equipo ante el Real Madrid.
El equipo turinés cayó eliminado merced a un gol de penal en el último minuto del tiempo reglamentario. Los gestos de cólera del veterano arquero, que le costaron su expulsión, y las posteriores palabras de amargura de ‘Gigi’ dieron la vuelta al mundo. «Este árbitro no tiene corazón. En el lugar del corazón tiene una bolsa de basura. Si uno no tiene personalidad y valentía te vas a la grada a mirar el partido con tu mujer y un refresco», lanzó el portero a micrófonos de la cadena italiana Mediaset Premium.
«El penal lo arruinó todo, incluido el adiós de Buffon a la Liga de Campeones. El sueño se esfumó, duele caer así», escribe el periódico la Stampa.
«Hace daño, mucho daño», se lamentó por su parte el Corriere della Sera. «Buffon no merecía terminar su carrera en Liga de Campeones con una tarjeta roja», afirma el periódico deportivo de Turín Tuttosport.
En efecto, el del Bernabéu fue casi con toda seguridad su última noche de ‘Champions’: «muy probablemente», en palabras a beIN Sports del arquero de 40 años.
Esa nueva declaración anuncia el inminente final de la epopeya del mítico arquero, que en noviembre calificó al tiempo como «un tirano», después de la eliminación de la ‘Azzurra’ en el repechaje mundialista.
En enero, no obstante, el portero había abierto la puerta a seguir en activo, en una entrevista en el periódico La Repubblica: «Me reuniré pronto con el presidente Andrea Agnelli y hablaremos. Yo deseo el bien de este equipo, saber qué papel puedo jugar y si la Juventus cree que puedo aún ser importante».
Pero el disgusto del miércoles puede haberle hecho cambiar de opinión.
«No se merecía eso en absoluto», comentó el entrenador del Real Madrid Zinedine Zidane, que sabe de lo que habla cuando se refiere a acciones en las que se pierden los nervios. Ante la mirada de Buffon, ‘Zizou’ vio terminada su carrera como jugador con una roja, después de su famoso cabezazo en la final del Mundial de 2006 ante Italia.
‘Gigi’ Buffon ha evolucionado mucho con el paso de los años. Chico impetuoso y a veces arrogante en sus comienzos, el arquero de Carrara se ganó la autoridad en el vestuario con el paso del tiempo.
Entre sus compañeros y entre los aficionados, como demostró cuando sus aplausos hicieron acallar los abucheos a la Marsellesa durante un Italia-Francia en 2016.
Y cuando falleció el central de la Fiorentina Davide Astori sus palabras emocionaron a toda Italia: «Tú eras la mejor expresión de un mundo antiguo, pasado de moda, en el que los valores como el altruismo, la elegancia, la educación y el respeto a los demás eran lo más importante».
Pero la frustración de Buffon es comprensible. En tres ocasiones ha acariciado con la punta de los dedos la ‘Orejona’; en 2003, 2015 y 2017, pero nunca pudo levantarla, algo que le habría acercado a un Balón de Oro merecido en opinión de muchos.
«La carrera de Gigi no debería concluir sin una Liga de Campeones. Ha ganado casi todo y es un trofeo que le falta», declaró tiempo atrás su homólogo Iker Casillas en Gazzetta dello Sport, que conoce bien el sabor de la ‘Champions’ después de haber ganado tres.
Una sensación desconocida para Buffon, que ganó todo lo demás, incluido un Mundial.
