Washington/Prensa Latina
La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) utiliza los servicios de espionaje de un aliado europeo de la OTAN para sabotajes en Rusia, según reveló un artículo que circula hoy en la prensa digital.
La campaña involucra células durmientes de larga data activadas desde el inicio en febrero de la operación militar especial en Ucrania, librando una guerra secreta detrás de las líneas rusas, advirtieron exfuncionarios de inteligencia y militares estadounidenses no identificados citados por el periodista de investigación Jack Murphy.
Con años de planificación, la campaña es responsable de muchas de las explosiones inexplicables y otros percances que afectaron al complejo industrial militar en esta etapa, señaló.
De acuerdo con el informe, no hay personal estadounidense sobre el terreno en Rusia, pero las operaciones son dirigidas por la CIA.
Estados Unidos está utilizando los servicios de inteligencia de un aliado para añadir una capa adicional de negación plausible, y un exoficial de operaciones especiales dijo a Murphy que tal argumento fue un factor importante para que el presidente Joe Biden autorizara la ejecución del plan.
El reportero señaló que no nombró el país de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) involucrado porque «hacerlo podría poner en peligro la seguridad operativa de las células que todavía están operativas dentro de Rusia».
La primera vez que entraron en Rusia células durmientes dirigidas tanto por la CIA como por el servicio de espionaje del aliado de la OTAN fue en 2016, y en los años siguientes llegaron más, aseguró.
El aliado de la OTAN proporcionó a los operativos encubiertos las historias para explicar su presencia en Rusia y documentos para respaldarlas, añadió.
No está claro de cuántos ataques han sido responsables las células durmientes, pero hubo una serie de misteriosas explosiones en instalaciones militares, centrales eléctricas y ferrocarriles rusos hasta la fecha, apuntó el texto.
Los saboteadores estarían detrás de un incendio ocurrido en abril en el instituto de investigación de las Fuerzas de Defensa Aeroespacial de Rusia, en el que murieron más de 20 personas, sugirió el reporte.
El presidente ruso, Vladímir Putin, emitió la orden de comenzar la operación militar especial en Ucrania el pasado 24 de febrero después de recibir una petición de ayuda de los líderes de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, reconocidas por Moscú.
Las acciones se desarrollaron con el objetivo de desmilitarizar y desnazificar el territorio ucraniano y terminar con el genocidio contra los habitantes del Donbass.