Por Laurent Barthelemy/Eric Randolph/París/AFP
La coalición dirigida por Estados Unidos que lucha contra el grupo Estado Islámico (EI) en Siria e Irak se reunió el miércoles en París con el objetivo de movilizar más medios militares contra la organización, prescription que cede terreno en esos países pero progresa en Libia.
Los ministros de Defensa de los siete países que participan en la campaña aérea y en la formación de las fuerzas iraquíes (Estados Unidos, Francia Australia, Gran Bretaña, Alemania, Italia y Holanda) se reunieron en el ministerio francés de Defensa.
Implicada militarmente en Siria, Rusia no participa en esta reunión, pero será un tema central de ella, dado que los países occidentales estiman que ataca demasiado a la rebelión que podría participar en una solución política de la crisis, y no suficientemente al EI.
«Los bombardeos rusos nos molestan cada vez más (..) Varios cientos de civiles murieron en los ataques, con bombas no guiadas, contra grupos de oposición que combaten a Asad», declaró el ministro británico de Defensa Michael Fallon antes de la reunión.
La idea de Francia de una gran coalición única contra el EI ha quedado descartada, aunque París Y Moscú reanudaron un diálogo militar.
Las conversaciones previstas por la ONU el 25 de enero en Ginebra sobre una solución política en Siria se anuncian arduas, dado que los principales participantes siguen sin estar de acuerdo sobre la composición de la delegación de la oposición siria.
Los ministros de Exteriores norteamericano y ruso, John Kerry y Serguei Lavrov, mantendrán discusiones al respecto el miércoles en Zurich (Suiza).
Intensificar la campaña militar
El encuentro de los ministros de Defensa en París permitirá hacer el «balance de las acciones de la coalición» y «estudiar pistas para intensificar la campaña militar», según fuentes del equipo del ministro francés Jean-Yves Le Drian.
Emprendida a mediados de 2014, esta campaña parece empezar a dar frutos, con los retrocesos del EI en Kobane (Siria), Sinjar y últimamente en Ramadi (Irak).
Hay que capitalizar esos «retrocesos en Irak y apretar a la cuerda en la cabeza de la serpiente en Raqa», capital de hecho del EI en Siria, dijo Fallon.
En Irak y Siria, los bombardeos se intensificaron desde los atentados del 13 de noviembre en París, en particular contra las instalaciones de producción de petróleo, cuyo tráfico es uno de los principales recursos del EI.
La reunión abordará también la situación en Libia, donde el EI gana terreno aprovechando el caos político que reina en el país. No obstante, no habrá al respecto propuestas concretas el miércoles, según una fuente norteamericana.
El ministro estadounidense de Defensa Ashton Carter manifestó antes de la reunión el deseo de que «el número y la variedad» de los formadores enviados por la coalición «aumente».
Instructores estadounidenses, australianos y franceses han entrenado ya a unos 15.000 soldados iraquíes, sobre todo en la lucha contra las bombas artesanales y los vehículos kamikazes, armas habituales del EI.
Respecto a los conflictos en Irak y Siria, la idea sigue siendo agregar una parte diplomática al tema militar, se señala en París. Pero la propuesta de Francia de una gran coalición única contra el EI, incluyendo a Rusia, que no participa en esta reunión, ha quedado descartada.
Hacer más
Para Estados Unidos, la reunión de París debe permitir conseguir más apoyos. «Muchas naciones pueden hacer más», suele decir Ashton Carter.
Este mensaje está dirigido sobre todo a los países árabes y del Golfo, que intervienen más en Yemen desde marzo, y de los que se apreciaría una mayor participación, aunque sea simbólica, señala una fuente del equipo de Carter.
Los países de Asia, implicados esencialmente en actividades humanitarias, podrían aumentar su apoyo en términos de entrega de equipos militares, según la misma fuente.
Recientemente, el jefe de operaciones del estado mayor francés, general Didier Castres, reconoció que la estrategia militar de la coalición tiene «debilidades para producir efectos rápidos», en particular a raíz de los «medios utilizados» y de los procedimientos para evitar daños colaterales.
Los siete ministros analizarán asimismo los medios necesarios para «acelerar el aumento de la capacidad de las fuerzas locales», es decir los peshmergas kurdos y el ejército iraquí, según París.
Las potencias occidentales siguen siendo reticentes a repetir la experiencia de una presencia militar norteamericana masiva en Irak, pero reconocen la necesidad de aumentar el número de fuerzas especiales y la capacidad de colecta de información.
Entre los países europeos, Holanda prometió una respuesta sobre su participación antes de fin de enero. Australia, en cambio, ha rechazado ya toda idea de aumentar su ayuda militar.
El martes se formó en Libia un gobierno de coalición y los occidentales podrían apoyarse a plazo en su legitimidad para extender a territorio libio sus operaciones contra el EI.