Damasco/AFP
Los aviones de combate franceses llevaron a cabo este jueves ataques contra el grupo Estado Islámico (EI) en Irak, shop después de la decapitación de un rehén de su país, doctor mientras Estados Unidos y sus aliados árabes bombardearon refinerías controladas por los yihadistas en Siria.
Estas operaciones se inscriben en la ofensiva lanzada por la coalición dirigida por Estados Unidos para desmantelar, según el presidente Barack Obama, la «red de la muerte» del EI, responsable de atrocidades en las regiones que controla en Irak y Siria.
Los de este jueves fueron los segundos ataques de Francia desde que este país europeo se unió a la campaña aérea estadounidense en Irak, el 19 de septiembre, anunció el gobierno galo.
Estos ataques llegan un día después de que el grupo Yund al Jilafa (Soldados del Califa), vinculado al EI, difundiera el vídeo de la decapitación del rehén francés Hervé Gourdel, un guía de alta montaña de 55 años secuestrado en Argelia, en represalia por los bombardeos franceses en Irak.
El presidente francés, François Hollande, dijo desde Nueva York que este crimen «cruel y cobarde» reforzaba su determinación para combatir el EI.
Hollande convocó el jueves en París un consejo de Defensa para «reforzar todavía más la protección» de los ciudadanos franceses.
El gobierno argelino prometió, por su parte, hacer todo lo posible para encontrar a los autores de este crimen. Unos 3.000 militares buscaban el jueves el cuerpo del rehén francés y «neutralizar» a sus asesinos, según una fuente de seguridad.
Casi 130 yihadistas extranjeros muertos
Entre sus múltiples actos, el EI, acusado de limpieza étnica y de crímenes contra la humanidad, decapitó a dos periodistas estadounidenses y a un cooperante británico secuestrados en Siria.
Por primera vez desde el inicio el martes de la ofensiva en Siria, los aviones de combate de Estados Unidos, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos (EAU) bombardearon en el este sirio 12 refinerías controladas por el EI, anunció el Pentágono.
Estas instalaciones producen entre 300 y 500 barriles de petróleo diarios y generan dos millones de dólares de ingresos diarios a esta organización extremista sunita, según estimaciones del Pentágono. Los yihadistas venden posteriormente el petróleo de contrabando a intermediarios de los países vecinos.
Según una ONG siria, casi 130 yihadistas extranjeros y otros 12 sirios -84 de ellos del EI y 57 de Al Nosra, la rama siria de Al Qaida- murieron desde el martes en los ataques en regiones del norte y el este de Siria que escapan al control del régimen. Los extranjeros liquidados procedían de países europeos y árabes, pero también de Turquía y Chechenia.
En los ataques también murieron 13 civiles sirios, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Ante el temor de los países occidentales de eventuales atentados en sus territorios al regreso de yihadistas, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó por unanimidad una resolución que urge a los Estados, bajo pena de sanciones, impedir a sus ciudadanos enrolarse en grupos extremistas.
Según los servicios secretos estadounidenses, más de 15.000 combatientes de 80 países diferentes se unieron a estos grupos en Irak y Siria en estos últimos años.
Combates en Siria y en Irak
Además de Arabia Saudita y EAU, Bahréin, Catar y Jordania también participan en los bombardeos en Siria, mientras que Francia se unió a la ofensiva aérea estadounidense en Irak.
Holanda anunció que pondría a disposición de la coalición internacional seis aviones de combate F-16 y hasta 250 militares, mientras que Bélgica desplegará durante un mes otros seis F-16.
Por su parte, Turquía -país fronterizo con Irak y Siria- podría aportar un apoyo militar y logístico. El parlamento británico debatirá el viernes la petición de ayuda iraquí en los bombardeos.
Sobre el terreno, las fuerzas iraquíes continuaban luchando contra los yihadistas en varios frentes, en especial, en la provincia de Al Anbar (oeste de Irak).
En Siria, devastada por más de tres años de guerra civil, los combates continuaban entre rebeldes y tropas del régimen, quienes retomaron el jueves la ciudad de Adra al norte de Damasco, según un responsable.
Los yihadistas seguían rodeando la ciudad de Ain al Arab (Kobane en kurdo), cercana a la frontera con Turquía, con la que intentan hacerse después de haber tomado 60 localidades en esta región boreal siria.
El jefe de la oposición siria en el exilio, Hadi al Bahra, pidió el miércoles ente Naciones Unidas más armas y más apoyo aéreo para luchar contra el EI y contra el régimen sirio.