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Gloria Silvia Orellana
@SilviaCoLatino
La unidad de organización de las comunidades en la defensa de sus derechos colectivos o individuales, es la propuesta a futuro para la comunicación alternativa, afirmó Gissela Dávila, directora general del Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (CIESPAL), en la presentación del documental de ARPAS, en su vigésimo quinto aniversario de fundación.
“Uno de los retos más importantes que estamos teniendo es el de trabajar en comunidad, el de organizarnos como ciudadanos y ciudadanas y pensar en los problemas que tenemos en nuestro entorno, en nuestro contexto. Muchas veces las redes sociales nos están remitiendo a otros espacios, a otros problemas, que tal vez tienen similitudes, pero lo que hacen normalmente es alejarnos de nuestras propias realidades y es algo que no podemos permitir”, explicó.
Sobre la comunicación popular o alternativa, se acumulan valoraciones o ideas con respecto al aporte e impacto de estos medios de comunicación, que a su base contempla el empoderamiento de la comunidad por su participación directa e incidencia en la creación tejido social.
“Creo que la comunicación alternativa, comunicación popular y comunitaria, debe propiciar la participación y la organización, pero debemos trabajar más con los jóvenes, los medios comunitarios, también los medios tradicionales, ya sean públicos o privados, porque han olvidado a una población importante de la sociedad que son los jóvenes. Y ellos están en las redes sociales, pero que no solo queden allí, sino que también conozcan otras experiencias y que alrededor de las redes sociales se construyan narrativas diferenciadas”, expresó.
En cuanto las sociedades polarizadas o excluyentes, para Dávila, lo importante será centrar la organización social y cuestionarse colectivamente en qué temas coinciden, a partir de sus posturas o cuál es el bien común que buscan de la sociedad. Citando que el tema del medio ambiente, es una apuesta para unir esfuerzos sociales.
“Con ese esfuerzo en común los medios comunitarios alternativos, podríamos comenzar a cambiar y transformar vidas. Si los medios comunitarios alternativos, empiezan a inundar las redes sociales con información positiva, con comunicación que nos haga pensar que se puede cambiar, que los procesos organizativos, participativos nos permiten cambiar nuestras propias realidades. Entonces vamos a pensar que podemos crear espacios, donde los jóvenes puedan jugar, interactuar, crear y que experimenten, porque la creatividad va de la mano con la creación y que luego nos digan qué tipo de internet quieren tener, cómo pueden hacerlo más seguro y cómo los jóvenes quieren tener los nuevos proyectos de sostenibilidad”, argumentó.
Para Gissele Dávila, frente a la dinámica de las redes sociales, es necesario que los medios alternativos sean más creativos, en busca de incidencia desde sus contenidos, pero sin abandonar las luchas sociales particulares o colectivas, por los derechos humanos, citando a las mujeres que debe valorar cualquier esfuerzo encaminado a mejorar sus condiciones de equidad y participación dentro de la sociedad o el medio ambiente, frente al cambio climático.
En el país, la raíz de la comunicación alternativa o comunitaria, tiene en su memoria histórica al conflicto armado, Carlos Henríquez Consalvi, conocido en la década de los ochenta como “Santiago”, director del Museo de la Palabra y la Imagen (MUPI), quien reseñó la importancia de seguir trabajando por mantener la convivencia y participación de la comunidad en la vida de la comunicación alternativa.
“Es motivo de mucha alegría ver a los colegas de la radio, de hace 25 años, cuando estábamos en un salón de la UCA (Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”), en reuniones de la formación de lo que ahora conocemos como ARPAS. Y veo a algunos que estuvieron ese tiempo atrás. Creo que este es un momento importante porque en estos tiempos, a veces de tinieblas, celebrar 25 años de una institución como ARPAS, es importante, cuando es necesaria la coherencia y la perseverancia, cosas que se han perdido”, afirmó.
Sobre la presentación del documental de ARPAS, en su 25 aniversario de fundación, Santiago afirmó que “recuperar la memoria”, debe estar presente siempre en la incidencia cotidiana de la comunicación alternativa, que caracteriza no solo las luchas sociales, sino también la resistencia comunitaria que tiene una visión diferente de sociedad.
“La memoria es importante, precisamente estamos hoy rodeados de los bordados que hicieron las mujeres en el exilio en Colomoncagua (Honduras), de los diferentes lugares donde estuvieron refugiadas durante el conflicto armado, y son elementos de memoria que son bien importantes, eran solo dibujos, pero ahora están por todo el mundo, al ser repatriadas. Y agradezco, por permitirnos formar parte de esta actividad (documental de ARPAS). Saludo a los compañeros de Morazán, que hace 29 años han estado acompañando al MUPI, todos los compañeros y compañeras que participan de estos esfuerzos de comunicación alternativa”, manifestó.
Noé Valladares, director del documental que trabaja en ACISAM, que forma parte de ARPAS, señaló la importancia del elemento de la memoria, en el contexto de la comunicación participativa, que viene desarrollando la entidad.
“Para mí, recuperar la memoria es contar con un caudal de las comunidades, porque de ellas tenemos historia que debe estar documentada y despejada, que a veces es difícil concertarla, porque la gente muchas veces olvida lo pasado o no queremos ir al pasado, pero todos sabemos que para avanzar hacia el futuro es importante ir a la historia. Eso para mí es lo importante”, puntualizó.
