Kuwait/AFP
Omar Hassan Abdulla/Salima Lebel
Las promesas de la comunidad internacional para reconstruir Irak alcanzaron a 30.000 millones de dólares, anunció el gobierno de Kuwait, donde durante tres días se celebró una conferencia para ayudar al país destruido por años de guerra.
Los aliados de Irak se comprometieron a ayudar a reconstruir el país después de tres años de guerra contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
«El compromiso de la comunidad internacional con Irak fue claro durante la conferencia», con un total de 30.000 millones de dólares, dijo a la prensa el ministro de Exteriores de Kuwait, el jeque Sabah Al Jaled Al Sabah.
El gobierno de Bagdad cifra en 88.000 millones de dólares el monto que necesita para reconstruir el país tras décadas de conflictos y un largo embargo internacional
En diciembre, Irak proclamó el fin de su última guerra, esta vez contra el EI, que en 2014 se había apoderado de un tercio de su territorio. Aún así todavía hay amenazas de atentados y el conflicto dejó más de 2,5 millones de desplazados y miles de infraestructuras destruidas.
En este sentido, el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, pidió este miércoles en Kuwait «apoyar los esfuerzos» de reconstrucción de Irak.
«El mundo entero tiene una deuda con ustedes por la lucha contra la amenaza mundial que representa Dáesh», el acrónimo en árabe del EI, dijo Guterres. «Ahora hay que expresar nuestra gratitud y nuestra solidaridad con el pueblo iraquí», añadió.
La mayoría de la ayuda prometida procede de Gran Bretaña (1.000 millones de dólares) y de Turquía (5.000 millones) en forma de préstamos e inversiones.
Por su parte la responsable europea de Exteriores, Federica Mogherini, anunció 400 millones de dólares para proyectos humanitarios y de desarrollo.
Luchar contra la corrupción
La conferencia de Kuwait, que arrancó el lunes, también ha contado con la participación de numerosas oenegés y del sector privado. En total se han presentado más de 200 proyectos para construir refinerías de petróleo, centrales eléctricas o para rehabilitar aeropuertos, vías de tren y carreteras.
Para favorecer las inversiones, el gobierno iraquí prometió garantías jurídicas a los 2.000 representantes de empresas reunidos en Kuwait, a los que pide reconstruir miles de viviendas, escuelas, infraestructuras y hospitales dañados por la guerra.
Pero muchas compañías dudan en invertir en Irak, un país que está en la lista de los diez más corruptos del mundo de la oenegé Transparency International.
«Continuaremos luchando contra la corrupción (…) que es una de las razones del auge del terrorismo», dijo el miércoles el primer ministro iraquí, Haider Al Abadi.
Según el ministro de la Planificación, el país necesita 88.000 millones de dólares. Varias oenegés ya anunciaron 330.000 millones de dólares para apoyar operaciones humanitarias.
Por su parte tres agencias distintas de la ONU insistieron en ayudar urgentemente a la población civil. La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió en particular «invertir en el devastado sector sanitario».
Pero la reconstrucción de Irak no sólo necesitará dinero sino luchar contra la corrupción y poner fin a las divisiones internas, sobre todo entre chiitas y sunitas.
Más aún porque la lucha contra el EI no ha terminado y el grupo yihadista sigue siendo «una seria amenaza», repitió el martes el secretario de Estados norteamericano Rex Tillerson.
«La victoria llegará cuando el EI no tenga ningún lugar desde el que operar, cuando deje de representar una amenaza para nuestros países y no pueda propagar su ideología del odio», dijo por su parte la coalición internacional antiyihadista liderado por Washington.