Estrasburgo / Bruselas
Céline Le Prioux / con Diana Mandiá
La conservadora alemana Ursula von der Leyen se convirtió el martes en la primera mujer que presidirá la Comisión Europea, después de que una Eurocámara dividida confirmara, por la mínima, la decisión de los mandatarios de ponerla al frente del bloque hasta 2024.
«Me siento muy honrada por la confianza depositada en mí, que es la confianza depositada en Europa», dijo Von der Leyen después de conocerse el resultado de la votación, llamando a trabajar «de manera constructiva» por una Europa «unida y fuerte».
La política del Partido Popular Europeo (PPE, derecha), primer grupo de la cámara, recibió los votos a favor de 383 eurodiputados por 327 en contra, en una votación secreta en la sede de la Eurocámara en Estrasburgo (noreste de Francia).
Von der Leyen obtiene el cargo con un resultado muy ajustado, con solo 9 votos más del mínimo necesario de 374 y por debajo del resultado del actual titular de la Comisión, Jean-Claude Juncker, que obtuvo 422 en 2014.
La candidatura de Von der Leyen, que abandonará el miércoles el ministerio de Defensa alemán del que es todavía responsable, forma parte de un paquete de altos cargos negociado por los mandatarios en tres días de cumbre en Bruselas.
El acuerdo, entre socialdemócratas, el PPE y los liberales, reservaba además la presidencia del Consejo Europeo al liberal belga Charles Michel y la de la Eurocámara a un socialista, que recayó finalmente en el italiano David Sassoli.
La jefatura de la diplomacia europea correspondería, en virtud de este acuerdo, al socialdemócrata español Josep Borrell, mientras que la presidencia del Banco Central Europeo (BCE) sería para la francesa Christine Lagarde.
La sucesora del luxemburgués Juncker al frente de la institución responsable de proponer nuevas leyes, velar por el cumplimiento de las reglas e incluso de negociar acuerdos comerciales, asumirá el cargo el 1 de noviembre.
El inicio de sus cinco años de mandato estará marcado por la eventual retirada de Reino Unido de la UE, prevista la víspera, y por las tensiones comerciales mundiales y las tensas relaciones con el Estados Unidos de Donald Trump.
– «Rebelión» –
Tras dos semanas de campaña frenética para convencer a un abanico lo más amplio posible de fuerzas proeuropeas, algo que no tenía asegurado, Von der Leyen consiguió la mayoría, pero muy ajustada.
Y todo ello pese a desplegar este martes ante los eurodiputados promesas como un «Green Deal» y una reducción más rápida de las emisiones de carbono, destinada a fijar la neutralidad climática para 2050.
La alemana priorizó también en su discurso la política social -un salario mínimo, seguro de desempleo y garantías para la infancia vulnerable- con la que buscó el apoyo de la bancada socialdémocrata (154 escaños), que hasta última hora no confirmó su «sí» a la candidata.
Con todo, los progresistas votaron divididos y delegaciones como la francesa y la alemana mantuvieron su rechazo. Verdes (108 diputados) e izquierda radical (41) rechazaron también a la candidata.
«Fue nombrada fuera de la burbuja de Bruselas, lo que explica su modesto resultado», explicó a la AFP Jean-Dominique Giuliani, presidente de la Fundación Schuman, que apuntó a una «rebelión de socialistas por razones políticas y Verdes por razones ideológicas».
La recién elegida sucesora de Juncker deberá ahora completar su equipo «paritario» de comisarios, al que se comprometió y al que la Eurocámara tendrá que dar también el visto bueno en una votación prevista para octubre.
Antes, a partir de septiembre, las comisiones parlamentarias acogerán las audiciones de los candidatos a comisarios propuestos por cada uno de los países miembros del bloque.
Von der Leyen, de 60 años, es médica de formación y madre de siete hijos, como destacó durante el debate de investidura, en el que habló en alemán, inglés y francés con fluidez.
Próxima a la canciller Angela Merkel (PPE), de la que fue ministra en sus cuatro gobiernos (2005-2019), su última responsabilidad fue en el ministerio de Defensa, que presidió durante seis años, siendo también la primera mujer al frente.
Su legado como responsable de las fuerzas armadas alemanas es, no obstante, controvertido, puesto que nunca consiguió ser bien vista por la cúpula militar y también fue objeto de críticas sobre su gestión por parte de la oposición.