Carlos Girón S.
Frente a las venideras elecciones de diputados a la Asamblea Legislativa y de Concejos Municipales, nuestro pueblo debe prepararse mentalmente desde ya con la consigna de integrar con mayoría absoluta de representantes legítimos suyos tanto en el Congreso, como en las alcaldías, sacar a todos sus enemigos enquistados en puestos donde pretenden eternizarse, hacerse miembros vitalicios.
Al concurrir a las urnas, nuestros conciudadanos deben tener presente qué partido, con sus dirigentes, han hecho una labor meritoria en beneficio de las grandes mayorías de la población hasta ahora. Todos saben que con el hambre de enquistarse en sitios de poder, los candidatos ofrecen hasta lo imposible a la población, cuando nuestra gente quiere hechos concretos para ya, no para mañana. Los votantes deben ser justos y dar su reconocimiento y aprobación a los dirigentes de los gobiernos, Central y Municipales, en cada localidad, que han trabajado en el cumplimiento de sus promesas y compromisos.
Es necesario, urgente, por lo mismo que, principalmente en la Asamblea Legislativa, predomine absolutamente la fracción de diputados propuestos por el partido benefactor, que no es otro sino el del FMLN, que en dos períodos apenas ha hecho una obra monumental que nunca se había visto, sobre todo en favor del pueblo soberano.
Es urgente que en la Asamblea Legislativa haya mayoría absoluta para frenar la satrapía de los cuatro tiranos de la Sala de lo Constitucional, y no solo eso, sino, mandarlos de una vez a pasear. Es demasiado el daño que le han causado al pueblo.
Es importante el predominio absoluto en el Congreso de los diputados del partido que ha impulsado poderosamente el progreso y desarrollo de la Patria salvadoreña con el fin de acabar con los enemigos que se oponen a ese progreso, como es el de frenar, retardar o declarar inconstitucional el Presupuesto General de la Nación (como lo hace la bendita Sala).
Agenciarse la victoria con una mayoría absoluta de diputados en el Congreso es crucial para impedir que sigan los bloqueos a los proyectos progresistas del Ejecutivo para bien del pueblo y del país.
El Salvador ha dado un salto adelante y arriba en su desarrollo y modernización gracias al actual Gobierno del Frente, al que le ha tocado rescatar a la Nación del barranco donde lo lanzaron los gobiernos arenosos de dos decenios, que andan ahora con el hambre de recuperar el poder para seguir destrozándolo y explotándolo en beneficio nada más de los grupos elitistas del poder económico. Eso no debe continuar. El pueblo salvadoreño está obligado a impedirlo por la vía democrática del voto libre. Y así debe hacerlo en las dos elecciones venideras.
Nuestro pueblo no debe desperdiciar su voto en favor de sus enemigos, como tampoco debe ocurrir cuando sean las elecciones presidenciales. Aquí no debe dejarse deslumbrar por el brillo del oro que enarbolan los candidatos millonarios que (a lo Trump) quieren acaparar el poder político y el económico.
Naturalmente, el voto de la mujer salvadoreña será muy determinante en las dos elecciones y ellas están plenamente conscientes del lado donde darán su preferencia, como reconocimiento a todos los beneficios que han tenido del actual Gobierno con sus programas sociales. Igualmente verán las bondades que han tenido de los Concejos Municipales en sus respectivos municipios. Allí también no hay donde equivocarse.
Hasta ahora, nuestro pueblo ha hecho historia eligiendo a gobernantes centrales y locales con clara consciencia de servicio y de apoyo a los más necesitados. Por eso debe mantenerse firme en sus convicciones patrióticas y, unido, seguir trabajando hombro a hombro con sus dirigentes gubernamentales, por un mayor engrandecimiento de la Patria salvadoreña. El camino por el que avanzamos es el correcto y más promisorio. No lo abandonemos.
Tampoco olvidemos que la consigna para las próximas elecciones es: ganar la mayoría absoluta del partido progresista (único) en la Asamblea Legislativa y los Concejos Municipales. Es una responsabilidad patriótica e histórica.