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Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
La coordinadora de Ecología para la Fundación Heinrich Böll de la Región Centroamericana, Ingrid Hausinger, manifestó que la solución a la contaminación con plásticos en el medio ambiente es “reducir la producción”, antes que recogerlo o reciclarlo.
“No es sólo recoger la basura que se genera con el plástico. Y no es sólo evitar que llegue a los ecosistemas, porque ¿qué haríamos con todo ese plástico?”, se preguntó.
Para Hausinger, es lamentable que los responsables, como la gran industria de las bebidas carbonatadas y otras como la Coca Cola, Pepsi Cola o Nestlé , siguen produciéndose sin control y son quienes generan hasta el 70% de la basura plástica que inunda al planeta. Solo la empresa Coca Cola genera 88 billones de botellas plásticas anualmente y no tiene ninguna responsabilidad legal sobre esta basura. Son los que impulsan la idea que podemos reciclar nuestro camino, a través del reciclaje y solucionar esta gran crisis de la basura plástica y es falso, argumentó Hausinger.
La verdad es que no se recicla ni siquiera el 9% de toda la basura plástica a nivel mundial, y que son más de 490 millones de toneladas de toda esa basura, dijo. El 75% está en rellenos sanitarios.
Ocean Cleanup ha difundido imágenes recogiendo la basura del río Motagua (Guatemala), la cual es la recolección más grande que ha hecho”,dijo Hausinger.
En este caso del río Motagua, lamentó que esa enorme cantidad de basura plástica fuera llevada de nuevo a un relleno sanitario, lo que va provocar que baje nuevamente al río. Es una “tarea de Sísifo” ( labores inútiles y eternas) porque los rellenos sanitarios no son la solución, alegó.
Tampoco es opción incinerarlos porque generan mayor contaminación, dijo.
Hausinger consideró que la investigación sobre cambio climático y crisis del plástico, que contiene el “Atlas del Plástico”, es una enorme contribución de datos científicos y técnicos sobre el proceso de este, desde su extracción hasta la deposición final que tiene “efectos directos” en los cambios climáticos mundiales. El informe señala, que el dióxido de carbono, el metano y otros gases de efecto invernadero que se liberan en cada etapa del ciclo de los plásticos, desde su extracción, refinado de combustibles fósil, y su elevación a consumo energético que producen resinas plásticas. Hasta la eliminación o incineración deja los residuos en los ecosistemas, señala el Atlas del Plástico. Las emisiones generadas por plásticos “no terminan cuando estos se desechan” y que es grave que cada vez más se propongan como una solución a la contaminación plástica los proyectos de incineración de plásticos para la generación de energía. Lo que señala el Atlas del Plástico “podría generar un gran aumento en las emisiones ya que la incineración emite muchos gases de efecto invernadero”, señala.
“Además, después de eso, nosotros terminamos comiéndonos las botellas desechadas en la tierra y nuestros nietos, y posiblemente 30 generaciones posteriores, se verán afectadas por el plástico que fue utilizado apenas un par de minutos”, indicó.
“La única solución es reducir la producción y, sobre todo, prohibir y limitar los plásticos de los cuales podemos prescindir, frente a la crisis climática”, observó Hausinger.
Agrotóxicos y Plástico caras de la misma moneda
Para la coordinadora de Ecología para la Fundación Heinrich Böll de la Región Centroamericana, en la Crisis Climática, los plásticos y los agrotóxicos “son caras de la misma moneda”, porque todos están vinculados y forman parte de la industria petroquímica.
“Los agrotóxicos y los plásticos están hechos de pétroleo también, por eso desde su extracción, su producción y su uso generan contaminación, y son parte de la crisis climática”, manifestó.
“Los plásticos y agroquímicos de manera conjunta generan el 30% de gases efecto invernadero (GEI) y si seguimos a esta velocidad, produciendo plásticos para el año 2050, los plásticos van a generar el 30% de los GEI. Los plásticos de un sólo uso como los envases de bebidas, tardan más de mil años en poder siquiera deshacerse”, advirtió Hausinger. En el tema de los agrotóxicos, señaló, que era importante aclarar que aún no actualizan la lista de “sustancias prohibidas desde el 2004”, que se traduce en que no han vetado la importación y uso de sustancias que generan efectos adversos en los riñones o generan cáncer a las personas.
“Hay más de 17 sustancias ahora, -entre ellas Paraquat- (herbicida), que son permitidas en el país y que generan insuficiencia renal. El Salvador es el país con el índice de insuficiencia renal más alto del mundo. Y la ciudad de San Salvador junto con la de Hong Kong están como las segundas ciudades que reciben la mayor cantidad de personas con tratamiento de diálisis en el mundo”, reiteró.
“El promedio de muerte por insuficiencia renal a nivel mundial es 1.5 y en El Salvador es el 11% y si vemos índices específicos como en San Luis Talpa, La Paz, los hombres que trabajan en el cultivo de caña o gente que trabajó en algodoneras en la zona costera, e incluso, existen comunidades en donde los índices de mortalidad por insuficiencia renal llega hasta el 30% en hombres de esas comunidades”, reafirmó Hausinger..
En cuanto a un cambio en la mentalidad de la población salvadoreña frente a la contaminación del plástico, los agrotóxicos y el rescate del medio ambiente, Ingrid Hausinger, afirmó que es un esfuerzo que muchas organizaciones vienen realizando desde tiempo atrás, pero era difícil impulsar un cambio de vida tan radical porque esto significa “perder privilegios”, pero consideró que al final traería a largo plazo salud y vida en un entorno más viable.
“Lo bueno es que actualmente tenemos la información y el conocimiento de qué es lo que tenemos que hacer y cómo lo debemos de hacer. Lo que nos falta es la articulación y la voluntad política para llevarlo a cabo por un interés de bienestar común”, puntualizó Hausinger.
